viernes, 18 de octubre de 2013

Una excavación en el lecho del Vinalopó a la altura del Clot del Diable


En las inmediaciones del paraje conocido como Clot del Diable, lugar próximo al Molino de los Magros, en un punto que reúne excelentes condiciones para vadear el río, en paralelo al Camino de los Magros y en la misma vertiente, justo al lado del actual cauce, sobreelevado sobre él unos dos metros, hay una excavación de 3 metros de ancho (dimensiones mínimas de las calzadas romanas) y unos 10 m. de largo, sin evidencias de uso como canal de derivación de las aguas del río, posibilidad que no obstante no cabe descartar dados los restos de infraestructuras hidráulicas en sus proximidades, además de estar muy próxima a la supuesta ubicación de la Casa de Les Taules punto de toma de las aguas del Vinalopó y derivación a la Acequia Mayor antes de la construcción del Pantano. La excavación podría ser el aliviadero de una presa, pese a que no se observan rastros de erosión hidráulica en su lecho. A favor de esta hipótesis, el estrechamiento del cauce, que se encajona en ese paraje y haría relativamente fácil represarlo. En otro orden de cosas, la factura de la excavación es bastante precisa y las paredes están talladas manteniendo las distancias y la inclinación.


En el centro de la imagen, arranque de la excavación, con un perfil que recuerda un quitamiedos. En primer término lo que parece un tramo fosilizado del cauce


No aparecen rastros de carriladas ni marcas de rozamiento de carretas en el suelo y las paredes. Las calzadas romanas, a diferencia de los caminos íberos, se construyen añadiendo sucesivas capas de piedra y gravas al cajero del camino lo que puede explicar la ausencia de esas marcas. Las avenidas habrían eliminado el relleno, con lo que tenemos simplemente lo dicho: una excavación en piedra desnuda con firme irregular, por cierto, un conglomerado de considerable dureza.  No obstante obliga a mi criterio a reconsiderar la hipótesis de Vicente Gozálvez, que postula el cauce del río como lugar de paso de la Vía Augusta. Cabe decir que es un hecho admitido por la literatura especializada que su itinerario se hace cada vez más incierto a medida que nos alejamos de La Alcudia e incluso en sus alrededores, puesto que aún no hay suficientes fundamentos arqueológicos que permitan situar de forma indubitada cual es el Cardo Máximo, la entrada de la Vía en la ciudad romana. Sabemos que pasaba por Aspis, sin que se pueda asegurar a ciencia cierta si ese emplazamiento era una mansio o un poblado de mayor entidad. Ferran Arasa sugiere además con cierto fundamento la posibilidad de que la distancia establecida en los itinerarios históricos[1] entre Aspis La Alcudia, sea sencillamente un error, lo que simplifica el problema. En cualquier caso ni la Vía ni la mansio en el supuesto de que esa sea la entidad poblacional del lugar, se han encontrado alrededor del Aspe actual ni en su término.
La vara mide 1'20 m. Tres metros de ancho en todos los puntos del tramo

Excavación vista desde abajo. A la derecha el río.

Clot del Diable. Encajonamiento del Vinalopó
A partir de Aspis cuatro son los itinerarios previsibles:
1.- A la derecha del río discurriendo al menos parcialmente en paralelo a la actual Carretera de Aspe. Hipótesis sostenida por la mayor parte de los clásicos: Chabás, el Conde de Lumiares y Aureliano Ibarra entre otros.
2.- El cauce del Vinalopó y sus inmediaciones. Gozalvez en su obra La Ciudad de Elche :estudio geográfico /  Vicente Gozálvez Pérez. - Valencia : Departamento de Geografía. Facultad de Filosofía y Letras, 1976.
3.- La Cañada y el camino viejo de Monforte a Elche, paso natural que comunica el Medio y el Bajo Vinalopó desde Aspe.  Arasa,en artículos citados en entradas anteriores sugiere esta posibilidad, por la presencia de una trinchera excavada en la roca en el lecho del Barranco de San Antón, cuyas dimensiones serían compatibles con una calzada romana.
4.- Y colindante o / y parcialmente coincidente con el anterior, El Camí de Castella, itinerario histórico de comunicación entre Elche, los valles del Vinalopó y la Meseta. Aquí el apoyo es geográfico y tampoco hay evidencias arqueológicas.
Bueno, pues en eso andamos.


[1] Unos 30 Km., distancia todas luces excesiva. De ser cierta tendría que dar una vuelta inverosímil, casi hasta el actual Torrellano para girar después hasta conectar con el cardo máximo a la altura de la actual ciudad.

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