miércoles, 30 de marzo de 2022

LA CANTERA DEL MOLAR

La loma del Molar en cuyas faldas se asienta el poblado de La Marina sigue albergando un montón de sorpresas dignas de atención, así que de vez en cuando aparecen aquí entradas dedicadas. Hoy expondré la galería fotográfica de la excursión que hice con Raúl Agulló el pasado enero a la cantera de El Molar, reseñable por ser uno de los pocos ejemplos en los que aún es posible localizar huellas de extracción de muelas (piedras redondas de molino utilizadas para fabricar harina y otros productos como el aceite), un lugar que por lo visto fue la fuente de aprovisionamiento para los numerosos molinos establecidos a lo largo de la Acequia Mayor  y en otras partes del término. Como sugerencia diré que de entre ellos el molino del Real contiene los elementos necesarios para mostrar todo lo que se muestra aquí, que podría ser visualizado(en el más que improbable caso que el Ayuntamiento decida reconstruir su funcionamiento aunque solo sea para que la población adulta y escolar pueda hacerse una idea cabal del artefacto) dando vida así a lo que hoy es una ruina, y hasta hace poco fue un elemento esencial en la vida de la ciudad.

Las ruedas de molino

En esencia los molinos maquileros (que así es como se denominan los destinados a la molienda de grano a cambio de una parte -o maquila- para el molinero) constaban de dos piedras, una fija -solera- y otra móvil o volandera, entre las cuales se iba dejando caer el grano que por fricción terminaba transformado en harina, depositándose en el farinal
Imágenes de Molino y ruedas en https://www.fanyanas.com/2000/01/molino-harinero.html

La cantera y las marcas
Aquí podemos encontrar una arenisca de grano fino más dura que la existente al N del término y por ello más apropiada para este tipo de artefactos. La cantera se encuentra justo enfrente del cementerio de la pedanía al S. del camino y colada de La Manzanilla. 


Frente de extracción de la cantera con marcas de barrenado

Pese a encontrarse abandonada y muy deteriorada por el uso posterior de barrenos para obtener material de construcción en las últimas décadas (lo que probablemente debió suponer la desaparición de muchas marcas) aun es posible encontrar rastros en negativo de extracción de las muelas.


Vista de una huella en perspectiva cenital y horizontal. De ese punto debieron extraerse varias, por la profundidad del corte. La vara mide 1'20 m.





A continuación las fotografías de Raúl Agulló en la cátedra Pedro Ibarra


Estas marcas junto con las de los orificios para introducir barrenos de pólvora también visibles en un talud vertical, se encuentran ubicadas en un barranco de la falda oriental de la sierra.

sábado, 19 de marzo de 2022

Crónicas desde Carrús City 1: La pandemia


A la vista de lo que pasa y de lo que se ve venir a uno le entran ganas de dimitir un poco de todo. Ahora mismo estoy dudando entre buscar un agujero o irme de parranda continua mientras sea posible aunque cualquier opción es poco recomendable por el desabastecimiento de bienes y otras zarandajas. En cualquier caso al menos de momento voy a decir un poco lo que pienso, arriesgándome a romper la dudosa vitola de sobriedad que hasta la fecha ha adornado el blog. Y tengo al menos tres temas pendientes así que aquí va el primero:

LA PANDEMIA

Hace algo más de dos años puse en la columna lateral derecha del blog un póster para recordar y homenajear el impagable papel que la sanidad publica estuvo y está haciendo en la gestión de la pandemia. Y ahora más que nunca, cuando el ambiente social propiciado por los políticos desde las distintas administraciones es de abandonar las medidas de control de la enfermedad, sin que a mi criterio hayan indicadores suficientes para hacerlo con esas prisas, se está propiciando que la más importante barrera de contención (la responsabilidad de la gente) se venga abajo, ya que ganas de "normalizar" (sic) no faltan. Por eso he decidido mantener la imagen y proporcionar material de reflexión porque creo que esto no acaba aquí, como quieren hacernos creer en un insólito cambio de rumbo paneuropeo propiciado probablemente por las presiones de las industrias del turismo, el comercio y la restauración y otras. Los políticos, especialmente interesados en el "retorno" (sic) pretenden hacernos creer que la pandemia está controlada; nos están vendiendo que tras la vacunación masiva esto es muy parecido a pasar una gripe, y ya se sabe que con cuatro pastillas y unos días en cama a lo sumo se pasa. Pero el COVID no es una enfermedad banal. Pese a los datos aún fragmentarios las comparaciones entre la mortalidad estacional en aquellos años en los que solo actuó la gripe y la  debida al COVID evidencian que estamos ante una enfermedad que se ceba en los no vacunados y los inmunodeprimidos como  enfermos crónicos y ancianos, pudiendo, además, complicarle la vida a cualquiera que tenga problemas pulmonares o/y colesterol alto, hipertensión,  problemas cardiacos, etc

El COVID-19 se ha hecho notar en las cifras de mortalidad durante los cinco primeros meses de 2020, destacando especialmente el mes de abril, cuando el número de decesos alcanzó la cifra de 60.304. Este valor es el más alto registrado desde enero de 2018.

Fuente: https://es.statista.com/estadisticas/474562/numero-de-defunciones-en-espana-por-mes/

Primero mi experiencia personal: En febrero de hace dos años tuve una gripe muy rara que me mantuvo en cama y con fiebre, cuando apenas se había reconocido la presencia del virus por aquí. La doctora que me atendió dijo que había una epidemia de gripe. Algo más tarde mi mujer contrajo el COVID y como consecuencia de ello estuvo en el Hospital General de Elche casi una semana. Pasados los 15 días de cuarentena y antes de reiniciar las reuniones familiares nos hicimos un test por nuestra cuenta. Los resultados fueron que no teníamos el virus (como esperábamos) pero también salió que no teníamos anticuerpos, es decir que podíamos volver a contagiarnos. En aquel momento se hablaba en los medios de conseguir la inmunidad de rebaño y más cosas entre las que destacó el consejo de los especialistas en medicina social de iniciar vacunaciones masivas ante la extrema mortalidad de la enfermedad en los pacientes mayores y en los inmunodeprimidos. Llegamos a consultar en el Hospital general si ese resultado (la ausencia de anticuerpos) era más o menos frecuente y nos dijeron que se había detectado el problema en bastantes casos más. No obstante, lo que asumimos como una excepción a título casi individual con el tiempo y la variante omicrón se fue confirmando como un rasgo asociado. Aunque no lo dijeron así, creo que el empuje en los programas de vacunación vino impuesto por la conciencia de que la inmunidad de rebaño no era la vía para afrontar con éxito la pandemia porque (a mi criterio, que no tengo conocimientos en la materia) es precisamente la ausencia de anticuerpos el principal factor que explica las revacunaciones: hasta tres y en estos momentos aún se habla de una cuarta dosis para personas inmunodeprimidas. 

Ahora se afirma que la inmunidad generada por las vacunas (que ha sido imprescindible para frenar la oleada de casos graves y el atasco de los hospitales) se debilita con el paso del tiempo; también lo hace la virulencia de la enfermedad, pero aún estamos lejos de haber parado la presencia del virus pese a las maniobras para minimizar el impacto social. Baste recordar que en los primeros tiempos se consideraba que una afectación de 200X1000 casos nos colocaba en un índice de máxima gravedad en la escala de valoración de riesgo. En 2021 se subió a 500X1000. Hoy la incidencia global en el Estado está aún por encima del 400X1000.  


Así que es preocupante el abandono de las medidas profilácticas que han demostrado ser muy eficaces en la transmisión de la pandemia como el gel desinfectante, el control de las aglomeraciones y actos públicos y la obligatoriedad de uso de mascarillas, pero en especial la actitud de la gente que fue ejemplar y es ese aspecto en el que están incidiendo partidos y administraciones públicas de manera que entre las ganas de volver a la normalidad, el cierre de medidas presupuestarias destinadas a luchar contra la enfermedad y el desmantelamiento de  las únicas 'armas' de las que disponemos como "la dosis de refuerzo y las medidas no farmacológicas (mascarilla, distancia social, ventilación, aislamiento de los positivos hasta que dejan de serlo, etc)" podemos volver a un importante rebrote en la pandemia.  

https://www.redaccionmedica.com/secciones/sanidad-hoy/omicron-y-la-perdida-de-inmunidad-disparan-la-reinfeccion-covid-en-espana-9478

La variante Ómicron y hasta donde puede llegar sigue siendo una de las grandes incógnitas de esta pandemia. Desde el comienzo de la pandemia hasta el 22 de diciembre de 2021 se habían contabilizado en España 17.140 casos de reinfección. En los 14 días siguientes la cifra ha crecido en 20.890 hasta los 38.030, según el último informe publicado por el Instituto de Salud Carlos III. Las causas van desde la pérdida de la inmunidad hasta la citada irrupción de la nueva versión del Covid-19

Un tema no menor pero apenas tenido en cuenta es el riesgo de que surjan nuevas mutaciones del virus que podrían burlar o disminuir de nuevo la eficacia de las vacunas e incluso requerir nuevas. Parece ser que la infección masiva es el caldo de cultivo para la aparición de nuevas variantes, así que la reducción del número de afectados también reduce las posibilidades de mutación y el binomio de vacunación + medidas no farmacológicas ha demostrado cierta eficacia. De momento hasta aquí todo bien, pero hay bolsas de fuerte contagio social y baja vacunación en África, Sudamérica y otros países. Y ya conocemos la rápida circulación de los virus en un mundo cada vez más globalizado (una de las consecuencias de la aldea global que vaticinó en su día McLuhan); es decir si queremos ganar la batalla al virus hay que generalizar las vacunas y las medidas profilácticas en todo el mundo. El abandono de esa perspectiva  puede ser la antesala para una nueva oleada.