miércoles, 16 de enero de 2013

El camino del barranco de Santa María y las canteras de Peligros


En una entrada anterior me adherí a la hipótesis de Ferran Arasa, quien, buscando las vías romanas por el término llegó a la conclusión provisional de que el camino carretero que asoma en el cruce entre el Barranco de San Antón y el camino de Monforte, era íbero, aportando su semejanza radical con los caminos  excavados en la roca de El Castellar de Meca. Uno de los argumentos más interesantes es el ancho de eje supuestamente íbero: 1’20 m. de centro a centro de huella. Uniendo el tipo de explotación de las canteras por sus rastros aparentes y los caminos apareció otra hipótesis asociada: mientras que las canteras de alrededor del camino de Ferriol tenían una facies antigua, otras canteras como Santa María y algunas de Peligros tenían un aspecto moderno y aparecían vinculadas a caminos de la época, como los que se pueden ver en algunos de los mapas de entradas anteriores, pero en especial el de Carbonell, de 1812, del que reproduzco un fragmento. 




Barranco de Santa María desde Peligros
Con la cantera de Santa María e incluso las del Rincó de Morera todo encaja, pero la cuestión se complica con las existentes en la sierra Peligros: sin salida hacia al Norte, el camino que conecta directamente con el camino viejo de Monforte es demasiado precario como para haber circulado por él la ingente cantidad de piedra extraída de las mismas pese a la apariencia de modernidad que imprega a todas ellas. Además de ellas salió la piedra para la erección del paseo de la Estación en los primeros años del S. XX.


En la primera de las visitas que hice apenas eran visibles algunos restos de camino, pero tras las lluvias de finales de septiembre de 2012 el panorama se ha aclarado bastante en lo que al menos para mi es toda una sorpresa por la claridad de los actuales rastros: hay un camino que sale de las canteras de Peligros discurriendo por el fondo del barranco de Santa María, paralelo al de San Antón y del que es tributario justo en la confluencia con el Camino viejo de Monforte. Tiene todas las características de las rutas ibéricas aunque su ancho de eje de centro a centro de huella es superior a 1'40 m por lo que presenta la probable particularidad de haber sido reutilizado en época moderna. 
Por lo demás, la excursión presenta notables atractivos. Aquí un breve resumen.

Nos situamos en la confluencia entre los barrancos de San Antón y de Santa María, a la entrada de la urbanización Bonavista y tomamos el barranco de Santa María, que viene a nuestra izquierda y discurre entre chalets a ambos lados, en dirección Norte, al encuentro de las canteras de Peligros   


Nada más empezar el recorrido, en cuanto pasamos restos de una conducción de agua con canalización excavada en la roca, aparece un estrato de arenisca que el barranco ha ido modelando con algunos charcos o "tolls" con agua (no muy limpia, por cierto). 

Un poco más arriba, justo en la confluencia con el Camino de los Depósitos aparece una primera extracción de piedras y un pequeño algibe de agua, enlucido con mortero, similar al visto precisamente en las proximidades de las canteras de Peligros y que ya comentamos en la entrada correspondiente. El agua que recoge el lecho generado por la cantera se dirige al pequeño algibe.
SI cruzamos el camino y seguimos por el barranco, pronto aparece el primer rastro de camino de herradura y un poco más allá un abrigo en la roca.


Primer rastro de carriladas






Aunque aquí se pierde el rastro, apenas cien metros más allá se recupera. 

A destacar el ancho de las roderas
El primer elemento que destaca es el enorme ancho de huella, 30 cm cada una, que me parece excesivo para el rodaje de los carros modernos; creo que si se hubiese hecho un camino nuevo no se habría esculpido un ancho semejante. Así que sugiere una adaptación de un camino anterior, presumiblemente íbero. En el camino de Ferriol un carro romano o moderno se encajaría mientras que podría circular sin problemas por este, gracias a la adaptación. Un tallado, en ocasiones minucioso se puede observar en las roderas, que no se corresponde en absoluto con huellas debidas al desgaste por las rodaduras.



Detalles de la huella
A nuestra derecha se ve una loma formada por un enorme depósito de inertes, escombros de obra, tierra y similares, que llega a invadir el camino y a ocupar parte del barranco lateral a la derecha, como se puede observar en la siguientes fotografías:



Foto tomada en sentido descendente. La loma de inertes aparece a la izquierda




En un punto se superponen huellas del camino carretero con las de cadenas de retroexcavadora



En cuanto dejamos atrás la loma de inertes aparecen a pie del camino las primeras extracciones de piedra, algunas directamente junto a él. Más adelante se puede observar una moderna, con huellas inconfundibles de uso de barrenos. Como en su día se expuso con una excelente imagen las canteras aparecen formando una serie de "capillas"[1] a ambos lados del camino y a distintas alturas. Un conjunto que vale la pena visitar y perder la mañana por allí. Otro día apuntaré algunos detalles más para redondear la excursión.
  [1] Une ébauche de sculpture ibérique dans les carrières de la Dame d’Elche : Le buste d’El Ferriol (Elche, Alicante) / Cyril Gagnaison,  Christian Montenat, Jesús Moratalla, Pierre Rouillard et Elisabeth Truszowski

La imagen de cabecera es un recorte de pantalla de las canteras de peligros procedente del visor terrasit de la GV

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