jueves, 17 de mayo de 2012

El Mercado Central de Abastos de la ciudad de Elche, antecedentes históricos y entorno urbano / Gregorio Alemañ García (2)


5. Mercado Central de Abastos: Siglo XX.
 Segunda parte de El Mercado Central de Abastos de la ciudad de Elche, antecedentes históricos y entorno urbano / Gregorio Alemañ García 
  
Durante la primera mitad de este siglo, como continuación de las reformas ya ejecutadas, se sucederán las obras parciales de pequeñas reparaciones y mantenimiento de los distintos pabellones del Mercado, destacando las ya mencionas de la ejecución del alcantarillado y saneamiento, así como las obras de repintado de todo el conjunto por el pintor Ildefons Cañizares y otras, de limpieza y ejecución de desagües y arreglos de pavimentos, llevadas a cabo todas ellas en 1924.
Cabe señalar de forma más anecdótica que por las repercusiones reales que tuvo, la propuesta realizada en 1925 por los alumnos de la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, sobre la reforma de la plaza del Mercado en la que se propuso por primera vez, su ampliación y la regularización de sus lindes, idea que fue elogiada por Ibarra (no así por los vecinos), pero que no llegará a materializarse hasta febrero de 1971, con el proyecto de “Ordenación de la Plaza Pescadería y Alrededores”, del arquitecto Pérez Aracil (37), quién planteo a su vez, en este mismo documento, la ampliación del edificio de la pescadería de 1887 de planta rectangular de unos 7,80 x 19 mts. a 13,60 x 29 mts., que no llegó a materializarse.
En tiempo de guerra (1937-38), la defensa pasiva construye en Elche 5 refugios anti-aéreos, uno de los cuales el denominado como número 3, está situado dentro del recinto de la Vila Murada. Este refugio estaba compuesto de tres partes: la denominada A, desde la plaza de Santa María a la Rambla; la B, del Mercado Central a la Rambla; y la C, de la replaceta de l´Espart, a la Rambla. Ninguno de ellos llego a ser utilizado y pronto fueron condenados y sellados sus accesos.
Actualmente, la parte que nos afecta como fase “B”, situado en su mayor parte en el subsuelo que ocupa el Mercado de Abastos actual, se ha derruido en su práctica totalidad con las distintas obras ejecutadas.
Plano en planta y sección del “Refugio nº3, B. Sector Santa María de Rambla Vinalopó a Mercado de Abastos”.
 5.1. “Mercado de Frutas y Verduras” (1939-1959).
El año 1939 será especialmente significativo en lo referente a la configuración urbanística de este ámbito, pues es en esta fecha cuando se derriban los edificios existentes entre ambas plazas (uno de ellos, incendiado en el 1936 por motivos políticos) y se une por primera vez, el espacio entre la Plaza del Mercado (actual Plaça de les Flors) y la Plaça de la Fruita, despejando la zona que posteriormente será ocupada por el Mercado en su situación actual, configurando el espacio tal y como lo conocemos en la actualidad.
En el solar resultante se construyó el nuevo edificio del mercado, según el proyecto de “Mercado de Frutas y Verduras” de diciembre de 1939, encargado al arquitecto municipal Santiago Pérez Aracil. Este mismo año, y por tal motivo, se procedió al derribo del pabellón de frutas y probablemente al de repeso y control.
La construcción del nuevo mercado se plantea en una sola planta de forma rectangular de 37,6 x 23 mts., abierta al exterior y resuelta con dos pórticos frontales en sus fachadas principales de hormigón armado siendo el resto de estructura metálica con cubierta a dos aguas, de línea racionalista destacando los dos grandes aleros laterales de protección a los puestos de venta exteriores.
Las obras fueron adjudicadas en 1940 y es de reseñar la escasa vida útil que tuvo esta construcción, pues fue derribada tan solo unos quince años después de su construcción, para ser sustituida por un nuevo edificio.
Pérez Aracil diseñó igualmente una construcción de líneas similares a las del proyecto de su mercado inicial, pero de dimensiones bastante más reducidas, como cobertizo abierto en sus caras, que albergaría según el arquitecto Antonio Serrano Brú (38), “la venta de flores y verduras como edificación de circunstancia” y ocuparía el espacio vacío generado por el derribo del último Pabellón de Carnicería en la plaza de la Fruta, junto al nuevo edificio del mercado.
La actividad del mercado se ha desarrollado desde sus inicios, tanto en el interior de los distintos edificios que lo han caracterizado, como con la venta al exterior, ocupando los espacios alrededor del Mercado propiamente dicho. Ambas actividades, mercado central y mercadillos circundantes, han identificado este espacio hasta el día de hoy, evocando el zoco musulmán que fue o el mercado callejero característico de las poblaciones mediterráneas.
Con esta construcción circunstancial, anexa al mercado, será la primera vez que se planté la necesidad de ordenar la actividad del mercadillo exterior, en un intento de agruparlo, recogiéndolo bajo cubierta.
Esta cuestión, al igual que ocurriera con la Fira de Sant Andreu, terminaría convirtiéndose en una demanda por parte de los vendedores y consecuentemente en un problema para el Ayuntamiento que intentará en repetidas ocasiones dar soluciones (39) que no llegarán a convencer ni a las partes, ni al público en general.
Básicamente el pretender ubicar el mercadillo tradicional callejero de carácter eventual en un recinto cerrado, es en sí un planteamiento contradictorio que en el fondo manifiesta un sentimiento de molestia y desagrado hacía esta actividad, considerada como molesta y poco estética en tiempos de modernidad, (como igualmente terminará ocurriendo con el propio Mercado), avocando a la única posible solución: su desaparición.
En estos tiempos, sigue en plena actividad la antigua pescadería, realizándose obras de reforma y mantenimiento en la misma así como en el nuevo Mercado de Frutas y Verduras de Aracil.
A tal efecto se redacta en Abril de 1949 el “Proyecto de Reforma y Ampliación del Pabellón de Pescados en la Plaza de Abastos” por el Arquitecto municipal, Serrano Peral, que respeta en su conjunto el planteamiento y materiales de la obra inicial.
Fragmento del plano de la fachada principal del edificio de la Pescadería del “Proyecto de Reforma y Ampliación del Pabellón de pescados en la Plaza de Abastos” 1949. Arquitecto, Serrano Peral.AME, NO.
Por otro lado, en abril de 1955, Pérez Aracil emitirá el informe de alineaciones y alturas (7-8 plantas), conforme a la normativa vigente del Plan General de 1962, que permitirá la ejecución en los años 60 y posteriormente en 1975, de los dos edificios con frente a la Plaça de la Fruita y el Carrer del Salnitre (Figuras 68 y 77), totalmente disonantes y fuera de contexto, cegando las vistas de la Torre del Consell o incluso de Santa María desde el Puente Nuevo.
Fragmento del plano de fachada del cobertizo del mercado de las flores. Proyecto de Santiago Pérez Aracil, 1939
5.2. “Mercado de Central de Abastos”, 1959.
El edificio del Mercado de 1939 se derribó en 1959, y este mismo año, el 26 de noviembre, se procedió al replanteo del nuevo y actual Mercado Central de Abastos. El proyecto data del mes de diciembre de 1956 y fue redactado por el mismo arquitecto que el anterior, Pérez Aracil. En este caso, se trata de un edificio desarrollado en dos plantas y con una mayor ocupación que prácticamente colmatará el espacio entre las dos plaza, rompiendo la alineación de uno de los recorridos más importantes del Carrer Major de la Vila hacia la Torre del Consell, al invadir la alineación de dicha calle con la plaza del Mercado.
El nuevo edificio mantiene la planta rectangular aumentando su ocupación así como la planta baja abierta al exterior, con un planteamiento de cubierta a dos aguas similar a su antecesor, pero de líneas más rectas y sobrias, perdiendo la singularidad de los aleros laterales y sus fachadas principales, por unas formas más prismáticas y compactas, ajenas al resto de edificaciones colindantes.
Ambos edificios, el antiguo pabellón de la carnicería y esta nueva construcción, junto con el de la Pescadería y las Flores, convivieron unos dos años en este espacio, siendo el período de máxima saturación del mismo hasta la fecha, aún estando sin urbanizar ni edificar la zona de
poniente junto al Ayuntamiento y la ladera. Esta situación se volverá a repetir y superar en 1977 (40), en un ansia obsesiva de ocupar el máximo espacio colmatándolo.
Las obras se finalizan y liquidan junto con un último reformado, el año 1962, poco después de la apertura del Carrer del Salnitre (Calle Salitre) en 1960, que originariamente era un callejón sin salida fuera de la muralla (antiguo azucaque). Esta nueva calle, facilitará el acceso al mercado desde el puente de Canalejas o pont Nou, comunicándolo con la calle Alfonso XII.
La actuación más destacada llevada a cabo en el edificio del Mercado, desde su finalización, se corresponderá con las obras de reforma correspondientes a la dotación de nuevos aseos bajo las escaleras en la planta baja, hasta ahora inexistentes, anulando los existentes en la
primera planta, según el proyecto de “Reforma y Rehabilitación del Mercado”, de Pérez Aracil fechado el 11 de Julio de 1970. Hasta 1990, no se volverán a realizar obras de reforma o mantenimiento significativas, en este edificio.
Será en el año 1977 cuando se derribe la vieja Pescadería, como último pabellón del antiguo mercado del XIX, desapareciendo uno de los edificios más representativos de la arquitectura burguesa romántica de gran valor arquitectónico, cultural y social. El espacio de la Plaça Nova o del Mercat (actual Plaza de las Flores), queda libre de construcciones, aunque por poco tiempo, pues pronto se volverá a colmatar con la construcción de un nuevo edificio en 1979 (“Proyecto de Edificio Pescadería del Mercado Central de Abastos” del Arquitecto Luis Alemañ).
Plano de Alzado al Mercado. “Proyecto de Edificio Pescadería del Mercado Central de Abastos” Arquitecto, Luis Alemañ, 1975. Ref.: AHM, Leg.4415.

Para poder mantener de forma provisional la actividad de la pescadería, el 18 de marzo de este año se autorizo al Ayuntamiento, por parte de la Caja de Ahorros Provincial de Alicante como propietaria de los terrenos, a instalar en los solares colindantes al edificio del Ayuntamiento, un pabellón de estructura metálica cubierto con placas de chapa grecada, como construcción provisional que albergaría las instalaciones de la pescadería, mientras se derribaba el antiguo edificio romántico.
Esta construcción perdurará hasta 1999 como aparcamiento municipal, una vez dejó de funcionar como pescadería provisional.

 Vista desde la Plaça de la Fruita, de la cubrición provisional de la Pescadería y que más tarde se convertiría en aparcamiento municipal. Ref.: Cátedra Pedro Ibarra.
Idem anterior. Vista Carrer del Salnitre, abierto en 1960. Fotografía de 1982.Ref.: Jaén i Urban, G., ob. cit.,“La Vila…” p. 135.

5.3. “Plan Especial de Conservación de la Ladera de Levante del Vinalopó”, 1975.
El espacio de la Plaza del Mercado en todo su ámbito, inicia su configuración actual en 1939 con el derribo de los edificios que existían entre ambas plazas, la de la Fruita y la del Mercado (Menéndez Pelayo), posibilitando su unión como un único espacio público estrechamente relacionado a partir de aquí.
El primer Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad de 1962 (41), calificaba la zona como “Núcleo Central Intensiva Alta”, concentrando el crecimiento urbano en zonas concretas como ésta, favoreciendo las expectativas de la burguesía ilicitana allí residente, con una excesiva densidad incrementando volúmenes y alturas.
En esta línea, en los años 1966 y 1967 (42), se procedió a un estudio más concreto de este ámbito particular, tanto de su ordenación, como de sus alineaciones y volúmenes. El resultado fue, por un lado, un incremento real y desproporcionado de las altura de algunas de sus edificaciones, que quedaron consolidadas en la revisión del P.G. de 1973, redactado por el arquitecto Javier García Bellido (43), permitiendo la posibilidad de edificar hasta un máximo de 8 alturas en esta zona, de forma extraordinaria, como “Excepción al Régimen General” según reza su Art. 96.1 de la Normativa.
Y por otro lado, la necesidad imperiosa de ordenar la ladera de levante del Vinalopó, considerada como la espina dorsal de la Ciudad y principalmente en su zona frente al Ayuntamiento y el mercado. En esta línea, recién terminadas las obras de encauzamiento del rio, Pérez Aracil en 1967 en su “Estudio de Alineaciones de la Ladera de Levante del Vinalopó: Tramo entre Puentes Santa Teresa y de Palacio”, propone por primera vez como solución en todo este tramo, su transformación como vial de tráfico rodado.
Propone la ejecución de dos viales: uno de tráfico pesado a cota inferior, y otro superior con dos sótanos de aparcamientos, locales comerciales y oficinas, abiertos al vial inferior mediante soportales en toda su longitud, entre el Puente de Altamira y el de Canalejas.
Fragmento del la Sección propuesta, en el Anteproyecto de Ordenación de la Ladera de Levante del Vinalopó en el tramo Puente del Palacio – Puente de Canalejas. Santiago Pérez Aracil, 1967

La idea de llevar el tráfico por la ladera, por el actual Paseo de la Muralla, será retomada en el futuro en sendas propuestas planteadas en 1985, por el arquitecto Antonio Fernández Escobar, relacionada con su proyecto de ampliación del Ayuntamiento y en 2006 siendo alcalde Diego Maciá, como posible solución al aparcamiento enterrado del proyecto del nuevo Mercado de Abastos propuesto en estas fechas.
Tras las propuestas frustradas de la ordenación de Pérez Aracil y a tenor de las inquietudes suscitadas, se le encargó al propio arquitecto redactor del PG-73, García Bellido, tan solo dos años después de su aprobación, el “Plan Especial de Conservación de la Ladera de Levante del Vinalopó de 1975” (PECLLV) (44). En este documento, el propio autor reconocerá las alturas y medidas aplicadas en esta zona, como un “excepcional error, consecuencia de un planeamiento parcial y desafortunado, y erróneamente respetado por el P.G.”. Justifica la ordenación y sus parámetros, como el resultado de la combinación de una “especulación desaforada, un planeamiento equivocado y una construcción sin demasiada imaginación. (45).
Paradójicamente el PECLLV, intentará subsanar este despropósito, planteando por primera vez la protección de este espacio, junto con las pocas construcciones con carácter de “edificios de interés histórico-artístico o pintoresco del ámbito local” que han sobrevivido en la zona y que a más inri, quedaban dentro del ámbito declarado por Bellas Artes como Conjunto Histórico-Artístico (46).
Básicamente el PECLLV, planteaba como criterios de conservación en la zona estudiada: 
- La recuperación de calles y plazas destinadas exclusivamente al peatón. (47) 
- Soportales obligatorios: De aquí surgen los tramos parciales de soportales en el carrer Major de la Vila (antigua calle Comandante Ferrández), planteados en su origen sin solución de continuidad, por la existencia de edificios tan relevantes como la Iglesia de San Sebastián o el Hospital de la Caridad, y justificados al entender esta calle como eminentemente peatonal donde se debía excluir el automóvil.
- Modifica el P.G. derogando y anulado el “Plan Especial de Ordenación de la Pescadería y Alrededores(48), en lo referente a alineaciones y alturas, regulando la zona de soportales públicos en planta baja, manteniendo en general las alturas permitidas en el P.G. de 1974 y el P.E. citado, aunque introduce el retranqueo a 45º de la planta ático.
- Introduce condiciones estéticas para las construcciones.
Con buen criterio, establece para todas las obras de nueva planta o reformas, condiciones particulares de las fachadas (dimensiones de huecos, vuelos, carpinterías de puertas y ventanas, antepechos, cubiertas, etc.), considerando los edificios de este ámbito como partes de un mismo espacio o conjunto urbanoambiental integrados en una misma plaza física, implicados en la zona de influencia de vistas panorámicas del perfil histórico-urbano.
La aplicación de este documento en lo referente a casi la totalidad de sus propuestas proteccionistas para conservar y valorizar esta zona histórica, a pesar de su profundo y detallado estudio del ámbito a todos los niveles e incluso de su carácter normativo, fue prácticamente nula. Se limitó escasamente a regular los referidos soportales, ignorando por completo su fundamentación principal que era el considerar la zona “como un ámbito homogéneo y completo espacial y urbanísticamente hablando, limitado al tráfico rodado.” (49) Respecto al edificio del Mercado, el resto de edificaciones y posibilidad de espacios a proteger, cabe señalar que en este documento de Conservación (PECLLV), no se hace mención alguna a los mismos.
En esta línea, todavía en 1982 se modificará puntualmente este documento (50), en lo referente a los solares colindantes con el Ayuntamiento (antigua Casa Cort), al objeto de plantear, por primera vez, la ocupación este espacio como posible ampliación del edificio histórico del Ayuntamiento, ocupado hasta ahora por cobertizo metálico citado.
El PG-73 fue revisado al poco tiempo de su aprobación, con el PGOU de 1986 (51), conocido como el “Plan de los catalanes”, que lo sustituyó.
Incluía el ámbito que nos atañe, en la zona calificada como Casco Antiguo (Clave 2), consolidando el Mercado como Dotación Existente (clave F1).
Al margen de regular el tipo de ordenación según Alineación de Vial, y limitar la altura de sus edificios en función del ancho de la calle (de 3 a 6 alturas), poco más aportará a su ordenación o grado de protección.
A partir de aquí, se mantendrá la tendencia del lento y progresivo deterioro de esta zona. Por un lado, el espacio urbano sigue siendo el centro neurálgico de la ciudad, pero por otro, depreciado y degradado en todo su conjunto, tanto en lo referente a su ordenación, mal definida y entendida, confusa en su delimitación; como a sus edificaciones históricas y más representativas que prácticamente desaparecerán, transformando definitivamente su identidad original en un espacio desatendido en su urbanización e incoherente en su estilo arquitectónico y volúmenes, respecto al conjunto del centro histórico donde está inmerso. (52) Esta situación prolongada en el tiempo hasta nuestros días, generará (principalmente desde el año 1980), una constante preocupación por completar la ordenación y urbanización de este ámbito urbano, en un intento de retomar su importancia como centro. Al efecto, serán muchos estudios que se planteen, centrados por un lado, en el remate de la plaza en su frente de levante de la ladera del Vinalopó, colindante con el Ayuntamiento; y por otro, en el resto del espacio comprendido en las plazas de las Flores y la Fruta, separados ambos por el edificio del Mercado.
Fachada al Mercado del edificio Pescadería-Oficinas-Cultural. Arquitecto Luis Alemañ, 1975. Ref.: Exposición “Elx 1979-2009, 30 años de Ayuntamientos Democráticos”. Ayuntamiento de Elche-Teleex. Fotografía año 1995 (Apróx.)
5.4. “Edificio Pescadería del Mercado Central de Abastos”, 1975-1997.
El Pleno municipal del 11-8-1975, acordó el encargo de la redacción los proyectos para la construcción, tanto del Mercado del Sector 5º (Mercado de San José), como del nuevo edificio de la Pescadería, que ocupará el espacio de la plaça Plaça de la Fruita en sustitución de la vieja Pescadería que será derribada en 1977. El edificio estaba dedicado además de la venta de pescado, a la Universidad Popular, oficinas municipales y sindicatos, según proyecto redactado por el arquitecto Luis Alemañ (53).
La construcción de este edificio multifunción, fue adjudicada a una empresa de Valencia (“Construcciones Rodrigo, S.A.”) el 20-5-1977, finalizando las obras dos años después. Fue inaugurado en 1980 como la construcción de mayor superficie ejecutada para este uso; sus dimensiones y proporciones eran exageradas para el entorno donde se ubica.
Estaba constituido por dos bloques unidos como un único edificio, desarrollados en una planta de sótano, planta baja y piso, de un estilo arquitectónico indefinido y formas totalmente ajenas y discordantes con el ambiente del entorno. El primer bloque, situado al norte con fachada principal a la calle Alvado, estaba destinado al uso de Pescadería en planta baja (elevada 1 mts. del nivel de la calle) y a oficinas y despachos en la segunda; el segundo bloque, más próximo al mercado, se destinó a bar-cafetería y puestos de flores en su planta baja, y a oficinas municipales y sindicatos, en la primera.
Inicialmente, en la planta superior a la pescadería se pretendió ubicar la venta ambulante que hasta la fecha se realizaba en las calles colindantes al aire libre, retomando la idea de 1939 de ordenar el mercado callejero, acentuada la necesidad en este caso, al verse el espacio disponible de la plaza reducido al escaso paso peatonal. Tras los problemas surgidos con los propios vendedores, así como por la mala accesibilidad a este primer piso, se terminó descartando la idea, destinando finalmente este espacio, a la Universidad Popular.
La planta sótano ocupaba la totalidad de la ocupación del edificio (unos 1.000 m2) y tenía su acceso por la estrecha calle Pintor Gonzálvez, a través de una única rampa de entrada y salida situada en la fachada sur del edificio, enfrentada a la calle de la Victoria en su encuentro con la anterior.
Es la primera vez que se plantea en esta zona, la ejecución de una planta de sótano. El uso inicial estaba proyectado como área de almacenes y carga y descarga de suministros, si bien, las escasas dimensiones de las calles de acceso y la falta de comunicación entre esta planta con la superficie del mercado, originó que desde su inauguración no llegara a usarse como estaba previsto.
Ante la inoperatividad del uso inicial proyectado, se optó por reconvertir este sótano en aparcamiento de vehículos del personal municipal, opción igualmente no exenta de problemas. Este nuevo uso supondrá un incremento del tráfico en la zona, saturando la circulación de ambas calles de acceso junto con la Corredera, lo que generó tensiones con los comercios afectados que reclamaban igualmente, el uso propio de este parking. Además, a esta situación hubo que añadir los problemas constructivos de filtraciones de las aguas del pescado de los desagües de la planta superior, que se intentó subsanar sin éxito, con la colocación de una bandeja chapa metálica a modo de cubierta en la planta sótano, que recogiera estas aguas. La planta sótano, terminará siendo literalmente enterrada en 1997 sin prácticamente haberse utilizado.
Si el edificio del Mercado Central de Abastos pudiera considerarse ya de una ocupación excesiva en su ubicación, al invadir la prolongación de la alineación del carrer Major de la Vila, este edificio, tanto en planta como en volumen, supondrá la saturación el espacio de la plaza en su práctica totalidad, dejando tan solo dos franjas peatonales mínimas en sus laterales. Incluso se llegó a plantear la posibilidad, dada la proximidad ente ambos edificios, de comunicarlos mediante una pasarela volada que los uniera por su planta segunda, idea que finalmente fue descartada.
Tendrá una corta y polémica existencia, hasta su total derribo por supuesta ruina tan solo dieciséis años después de su apertura, dejando de manifiesto el fracaso de su concepción, tanto en su previsión de usos y funcionalidad, como por el elevado costo que supuso (54).
La demolición del edificio se planteo en dos fases: la primera del bloque más cercano al mercado (oficinas municipales) en febrero de 1996 y el resto, destinado a Pescadería en mayo de 1997, ambas según sendos “Proyectos de Derribo” del arquitecto municipal Julio Sagasta.
Este mismo técnico será quién en febrero de 1997, redacte el proyecto de las obras de “Reubicación de Pescadería en el Mercado Central”, al efecto de trasladar los puestos de venta de pescado a la parte de los bajos del edificio del Mercado, compartiendo espacio con la venta de frutas y verduras, acondicionando el mismo y como paso previo al posterior derribo de los restos de la anterior construcción y tapado del sótano, quedando así conformado el espacio y las edificaciones que actualmente conocemos.

5.5. “Ampliación del Ayuntamiento de Oficinas y Aula de Cultura de la Caja de Ahorros Provincial de Alicante”, 1982.
En Abril de 1982, y por encargo de la Caja de Ahorros Provincial de Alicante, como propietaria del solar existente entre el Ayuntamiento y el edificio construido en esa zona, el arquitecto Juan Boix Matarredona plantea un edificio de ampliación del Ayuntamiento para oficinas y Aula de Cultura de la Caja de Ahorros Provincial de Alicante, que actuaría como promotor del mismo. La construcción se desarrolla en planta sótano (aparcamientos), semisótano (aula de cultura) y cuatro plantas (cinco a la ladera) de oficinas, con un gran patio central al interior. El edificio pretende “no perder las características del entorno, como elemento de transición entre la obra monumental y el resto de construcciones” (55), con una mezcla de estilos poco menos que interesante y difícilmente comprensible en lo que respecta su pretensión de integrarse en el entorno, al introducir unos insólitos alzados de palacete veneciano como ampliación del edificio histórico del Ayuntamiento, ajenos totalmente al carácter local.

5.6. “Modificación del P.E. de la L.L.V., Zona A “La Villa”, subzona 2a” 1982.
Pocos meses después, fechado el 20 de Septiembre de ese mismo año, el arquitecto municipal Gaspar Jaén i Urban llevó a cabo el proyecto de “Modificación del P.E. de la L.L.V., Zona A “La Villa”, subzona 2a”, en un intento de racionalizar la ordenación de esta zona, proponiendo otra alternativa a la idea anterior, ajustando la volumetría en este caso, como plaza cerrada (aún no existía la pasarela del mercado) y optando por una tipología arquitectónica tradicional, más acorde y proporcionada con su ámbito al disminuir las alturas inicialmente permitidas, salvaguardando las vistas del Ayuntamiento y la Torre del Consell e intentando tapar a su vez, la medianera del edificio discordante existente.
Esta propuesta acentúa el respeto hacia los valores patrimoniales del entorno en un intento de “preservar el carácter de sus de sus calles, plazas y ambiente” (56), consideraciones y sensibilidad que se obviarán en todas las muchas propuestas que se irán sucediendo a partir de ésta, (serán un total de hasta cinco las realizadas en unos 20 años), todas ellas frustradas, hasta su materialización definitiva veinte años después, en el 2002.
Respecto a las obras de reforma y conservación del edificio del Mercado, cuyas últimas actuaciones acontecieron en 1970, veinte años después y ante su estado de dejadez y falta de mantenimiento, se hace necesaria la adecuación, impermeabilización y mejora de las cubiertas así como de los cerramientos exteriores, sustituyendo la carpintería de los huecos exteriores en planta baja, por fábricas de ladrillos de vidrio (pavés), según el pliego de condiciones redactado y dirigido por el aparejador municipal, Roberto Rodríguez.
En 1995, a raíz de una Moción presentada el 22 de febrero del año anterior por el entonces Concejal de Mercados y Lonja José Miguel Girona, se llevaron a cabo las últimas obras significativas de adecuación del edificio consistentes en la instalación un ascensor, colocación de falsos techos, puertas automáticas y rejas en la Planta Baja, según el “Proyecto de Mejoras en el Mercado Central” de julio de 1994, del arquitecto municipal, Julio Sagasta Sansano, y que finalizarán en 1996.

5.7. “ELBA”, 1985.
En 1985 se propone el concurso público de “Ideas para la ampliación del Ayuntamiento y Ordenación de su Entorno”, al que tan solo opta un único trabajo con el lema “ELBA”, representado por los arquitectos, Antonio Fernández Escobar y Antonio Grau Girbau. Esta única propuesta, resultó la ganadora según el acta del Jurado del 12-12-1985, y supuso el encargo posterior al mismo equipo redactor, del “Proyecto de Ejecución del Ayuntamiento” aprobado por éste el 28 de enero de 1991 (57. La propuesta inicial tuvo que adaptarse en su trazado, al comprobar la afección que suponía a los cuantiosos restos arqueológicos encontrados en la zona, tanto antes como después de la presentación del Proyecto, siendo la última modificación al respecto, de 1993.
Este Proyecto plantea, al igual que hiciera en 1967 Pérez Aracil, un gran aparcamiento enterrado en la ladera con frente al Vinalopó, situando su acceso desde la plaza de la Fruita y limitando su actuación al frente de la misma. Propone un edificio de aparcamiento desarrollado en cuatro plantas enterradas, como construcción independiente del actual Ayuntamiento, que invadiría el espacio de la ladera, casi colindante con la muralla, quedando visto en su fachada al cauce.
La propuesta, al igual que las anteriores, fue descartada por el fuerte impacto que supondría sobre la ladera, tanto a nivel paisajístico, por el impacto visual que suponía el duro tratamiento del muro (tipo bunker) propuesto hacía río; como a nivel patrimonial, al afectar de forma significativa al trazado de la Muralla y al propio recinto de la Vila Murada.
Este proyecto, no se llegó a ejecutar quedando archivado hasta el año 1997, en que se volverá a retomar esta idea.
A partir de aquí, al margen de las propuestas parciales expuestas (solo del remate de la plaza en su frente de levante de la ladera del Vinalopó), no será hasta el año 1995-96 cuando se vuelvan a proponer por última vez hasta la actualidad, nuevas alternativas de ordenación conjunta de todo el ámbito afecto, que resultarán igualmente desechadas.


Perspectiva del conjunto terminado: vista desde la ladera derecha del Vinalopó y desde la Plaça de la Fruita.
“Proyecto de Ampliación del Ayuntamiento”, 1985-1993. A. Fernández Escobar, Ref.: AME, NO. Leg.1050.

5.8. “Estudio de ordenación del entorno del Mercado”, 1995.
Por otro lado, respecto a la ordenación de este ámbito, no será hasta 1995, cuando a raíz de una Moción (3-7-1995) por parte de Antonio García Campos como Presidente de la Comisión Informativa de Urbanismo, cuando se planté por primera vez la necesidad de realizar un estudio sobre la ordenación conjunta de la zona que afecta a la Plaça de la Fruita y a la del Mercado.
Dicho estudio se encargó al arquitecto municipal Julio Sagasta Sansano, que llegó a plantear tres posibles propuestas, en función del grado de actuación al edificio del Mercado, proponiendo la demolición de la Pescadería de Luís Alemañ, en todos los casos.
Las alternativas expuestas se podrían resumir como: 1ª.- Creación de plaza pública en dos zonas diferencias, una frente al Mercado relacionada con su uso (plaza de Menéndez Pelayo), y la otra como zona de descanso y esparcimiento (plaza de las Flores), reubicando la Pescadería en los bajos del Mercado Central, que vería disminuida su ocupación al ajustarse a la alineación del Carrer de la Vila.
Esta alternativa planteaba como variante, la posibilidad de utilizar una planta sótano como aparcamiento, con capacidad para 30 vehículos, valorando el inconveniente que suponía, el aumento de tráfico en el entorno.
2ª.- No actúa sobre el edificio del mercado existente y plantea la construcción de un nuevo y único edificio sólo para albergar los puestos de venta del pescado, a situar al norte de la plaza de las Flores, que recuerda en parte la propuesta de ampliación de la pescadería de Pérez Aracil recogida en su proyecto de “Ordenación de la Plaza Pescadería y Alrededores” de 1971, que no llegó a materializarse. Dicho edificio tendría una superficie construida de unos 400 m2. Cabe igualmente, la posibilidad de la variante del aparcamiento en sótano.
3ª.- La última propuesta, plantea la demolición de los dos edificios (Pescadería y Mercado), para la construcción de un nuevo mercado más funcional adecuado a los nuevos tiempos. Propone un posible edificio de dos plantas, dando la PB directamente a las calles y la planta alta, a un corredor central, así como una planta sótano de carga y descarga, valorando la segura aparición de restos arqueológicos en la zona e igualmente, el inconveniente que supone el aumento de la circulación en este espacio.
Esta propuesta mantendrá las dos plazas existentes a ambos extremos de la nueva edificación.
Sobre la valoración de intervención de estas propuestas, la Comisión de Gobierno (10-11-1995), acordó descartar el derribo de ambos edificios
para la construcción de uno nuevo (Propuesta 3ª), así como la creación de un aparcamiento en sótano a tenor de sus repercusiones en la zona (58), y que se realicen los estudios técnicos con el fin de decidir sobre las dos primeras alternativas.
De estas propuestas, tendrá su origen el “Anteproyecto de Ordenación del Entorno de la Plaza de la Fruita” del mismo técnico, llevado a cabo en Noviembre de 1996, como la más idónea de las estudiadas.
Se vuelve a plantear la ordenación del espacio propuesto en 1995, incluyendo ahora el solar de la “Casa de la Cort”, hasta la calle Salitre. La ordenación recoge en esencia la solución planteada en su día como Primera Propuesta, con la demolición del edificio de la Pescadería, reubicación de esta en el Mercado Central y adecuación de ambas plazas, incluyendo en este caso, la actuación en el solar de la “Casa de la Cort” y calle Salitre.
Introduce como novedad, la creación de una nueva plaza, entre el edificio histórico del Ayuntamiento y su ampliación propuesta al norte, junto al edificio existente, en un intento de resolver la conexión con la Pasarela Peatonal del Mercado sobre el Vinalopó, recién construida (Enero de 1996).
El presupuesto de ejecución material de las obras planteadas en este anteproyecto, se estimaron en 311.600.000 ptas., y al igual que el resto de propuestas anteriores, no llegará a materializarse.

5.9. Propuesta de Acceso entre la Pasarela y la Plaza de la Fruita, 1996.
A raíz de la apertura de la nueva Pasarela Peatonal de acceso al Mercado e independientemente a las propuestas de ordenación referidas, se plantea la necesidad de conexión entre ésta y la Plaza de la Fruita, a través del solar existente (“Casa de la Cort”), ocupado todavía por el cobertizo de estructura metálica destinado entonces a aparcamiento municipal.
Por parte municipal, se planteó el desmontaje del aparcamiento y la creación de un paso y acceso desde la Pasarela hacía el Mercado, proponiendo al efecto la posibilidad de ejecutar, o bien una escalera en ángulo o un rampa de acceso para salvar el desnivel existente entre estos espacios. Finalmente se optaría por la ejecución de la escalera que perduró hasta el año 1999, con la ejecución de la actual Ampliación del Ayuntamiento, según proyecto de Julio Sagasta.
Vista del acceso al Mercado desde la calle Salitre.
Fotografía del año 1999.
5.10. “Espacio público y Aparcamiento en la Ladera Este del rio Vinalopó en Elche”, 1997.
Al margen de las distintas propuestas realizadas por el propio Ayuntamiento estos años atrás, en las que parecía ir perfilándose de una forma conjunta e integrada la ordenación urbana de este entorno, el año siguiente a su planteamiento, en Junio de 1997 se retoma sorpresivamente, la antigua propuesta de 1993, elaborada por el arquitecto Antonio Fernández Escobar y Antonio Grau Guirbau, del aparcamiento en la ladera, adaptándola ahora a la actualidad y haciendo caso omiso a los estudios elaborados que serán archivados, sin llegar a materializarse.
El Ayuntamiento encargó a Escobar el 15-4-1998, un nuevo Proyecto al respecto referido como “Proyecto básico de Edificio destinado a Aparcamiento en la Ladera de Levante del Vinalopó”, ciñéndose en este caso, exclusivamente a la propuesta referente al aparcamiento enterrado de la ladera, para lo cual se precisan y ejecutan, más catas arqueológicas que descubren nuevos tramos de la Muralla.
El Proyecto era básicamente el mismo que el último presentado cuatro años atrás: cuatro plantas de sótano de planta rectangular, con un quiebro en su parte central, en este caso, para evitar los nuevos restos hallados, lo que provocaría una mayor invasión del cauce y proximidad de la obra planteada a los restos de los torreones existentes. El coste de ejecución estimado ascendía a total de 351.250.388 Ptas.
En Abril de 1998 se solicita informe preceptivo de la Consellería de Cultura. En el mismo y a tenor del impacto que suponía esta actuación, se plantea entre otras, la necesidad de elaborar un estudio pormenorizado de la fachada al rio y tratamientos de la ladera. Esta solicitud, provocará la contratación al mismo técnico, de un nuevo Proyecto al efecto, denominado “Ordenación y urbanización de Espacios Públicos”, según acuerdo de la Comisión de Gobierno del 20-2-1998.
Finalmente, al igual que ocurriera en la vez anterior, estos proyectos fueron archivados sin llegar a ejecutarse.


Notas

37 AHM, proyecto de “Ordenación de la Plaza Pescadería y Alrededores” Legajo B-6455, nº 1. 1974.
38 Alegación presentada al PECLLV de 1975, del 15 de Abril de 1975, AHM, Leg.328.
39 El edificio de nueva construcción, multifuncional de Pescadería/Oficinas/Centro Cultural, del arquitecto Luis Alemañ de 1997, planteará nuevamente la reubicación de los puestos callejeros en la segunda planta, como opción que no llegaría a materializarse.
40 Año de construcción del edificio de Pescadería, Oficinas y Cultural, según proyecto del arquitecto Luis Alemañ de 1997. AHM, Leg.4416-1.
41 Plano de zonificación del P.G. de 1962, (Aprob. definitiva: 26-6-1962, BOE 26-04), fue redactado por los Arquitectos Pérez Aracil, Serrano Peral y Francisco Muñóz.
42 “Estudio y ordenación de Volúmenes alrededor del Mercado” 1966 y “Estudio de Alineaciones de la Ladera de Levante del Vinalopó” 19-6-1967, ambos del arquitecto municipal, Santiago Pérez Aracil.
43 La revisión del PG-62 fue aprobada tan solo seis años después de su aprobación (OM. 27-11-1968), adjudicando su redacción  18-3-1969) a Javier García Bellido.
44 Aprobado por OM 20-12-1976.
45 “Plan Especial de la Ladera del Vinalopó” Documento I.- Memoria: 2.2.- Problemas detectados y Discusión de sus causas. Javier García Bellido. Elche 1975.
46 Decreto 191/1968 del 18 de enero, BOE 5-2-1961. Cabe señalar al respecto, que PECLLV ya sometía a Ordenanza y servidumbre de conservación, protección y restauración en su caso, como “edificios pintorescos de ámbito local”, las fachadas de la calle Santiago Pomares (nº 7), afortunadamente rehabilitadas por el Ayuntamiento en el 2008.
47 El entorno del Mercado, “El vehículo motorizado es un intruso, un extraño que deteriora el medio urbano formado por callejas estrechas y plazas del mercado,… arrinconando al peatón, expulsándole de calles que jamás fueron pensadas para una máquina de esas características.” Javier García Bellido, PECLLV 1975.
48 Aprobado por O.M. 29 de Abril de 1972 (BOE 1-7-1972)
49 “Justificación de carácter técnico-urbanístico”, Apartado 3.5.2 del PECLLV.
50 Proyecto de “Modificación del P.E. de la L.L.V., Zona A “La Villa”, subzona 2a”, del arquitecto municipal Gaspar Jaén i Urban (20-9-1982).
51 La revisión del PG fue adjudicada al equipo de “Urbanistes Associats”, con Lluis Brau y Jordi Romero, como arquitectos. Aprobada provisionalmente en sesión del 30-12-1985 y definitivamente por la Consellería de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, el 30-7-1986.
52 La ficha de Análisis Urbanístico del PATECO, describe el ámbito del Mercado como “un espacio que ha ido creciendo y formándose ocupando el lugar de casas derruidas, y que nunca ha tenido una voluntad de espacio unitario… El tráfico en trono del Mercado, lo convierten en un espacio desorganizado, de poca calidad y sin ninguna actuación de reurbanización reciente.
53 El “Proyecto de Edificio Pescadería del Mercado Central de Abastos” inicial, data de Enero de 1975 (aprobado en Pleno del 24- 5-1975 –BOP nº 143, 28-6-1975). El proyecto inicial, fue modificado para ubicar un centro transformador eléctrico en el sótano, así como introducir un “puesto regulador” en planta baja, según “Proyecto de Rectificación al de construcción de Edificio para Mercado”, de fecha 21-12-1978. Ref. AHM, Leg. 4416 (Expediente administrativo).
54 El presupuesto actualizado final aprobado en el Pleno municipal del 19-2-1977, ascendió a la cantidad 38.401.279,36 ptas. Ref.: AHM, Leg.4415.
55 Memoria Descriptiva del Proyecto, “Proyecto de ampliación del Ayuntamiento de Oficinas y Aula de Cultura de la Caja de Ahorros Provincial de Alicante”. Abril de 1982, Juan Boix Matarredona. Ref. AHM, Leg.7
56 Cap.5, Demostración de la coherencia de la Solución Propuesta, “ Proyecto de Modificación del P.E. de la L.L.V., Zona A “La Villa”, subzona 2a”. Gaspar Jaén. 1982.
57 El presupuesto estimado de las obras ascendía a 645.407.316 Ptas. Ref.: Propuesta de acuerdo aprobada por Pleno del Ayuntamiento del 28 de enero de 1991,
58 Informe del 14-11-1995, de la arquitecta municipal, Dña. Pilar Amorós “descartando la construcción del aparcamiento”. Ref.: AME, NO. 35/95.

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