lunes, 20 de julio de 2009

Mirador del Palmeral (3) LA COLINA YIC




Elche carece de obstáculos topográficos dignos de mención si exceptuamos el tremendo corte al entramado urbano que impone el curso del Vinalopó. Este proyecto se inventa una colina de hormigón apenas visible desde cualquier otro lugar de la ciudad (es decir que el supuesto carácter de elemento arquitectónico emblemático está en su interior, no en la proyección espacial del edificio, aunque de hacerse impondría su presencia en el entorno del Paseo de la Estación). La gracia del proyecto es que se presenta recubierta de césped, que transportará a quien lo vea a idílicos paisajes del Norte, donde la lluvia por sí sola es capaz de mantener el césped vivo y siempre verde. Aquí, con las inevitables pendientes, en un clima cálido caracterizado por la sequía permanente y por episodios de fuertes lluvias torrenciales se corre el riesgo de arrastre del recubrimiento de tierra con la aparición de calvas en el verde y el afloramiento del hormigón; ni siquiera incluyendo un dineral en jardineros, agua y sistemas de riego para el mantenimiento de la imagen “siempre verde” de la colina hay garantías de éxito. La gestión de la escorrentía superficial del agua y el barro que se acumule en esos periodos torrenciales puede generar verdaderos problemas en el entorno, salvo que se use el río como aliviadero en cuyo caso hay que incluir el movimiento y los aportes de la tierra arrastrada.

De nuevo, si colocamos al sufrido turista en los meses de verano y le invitamos a un paseo por el invento (el único sistema previsto para ver el mar de palmeras es una larga rampa peatonal en forma de elipse hasta llegar a su cima) probablemente declinará la oferta y optará por resguardarse en el interior del túmulo, un espacio en forma de cruz con una bóveda en su centro que incluye la remodelación de la Estación del Ferrocarril en uno de sus brazos, ahora en un estado lamentable e impropio de una ciudad de más de 200.000 habitantes. O sea que la previsión es que el Ayuntamiento haga reformas a cuenta de otros, corriendo con los gastos.

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