lunes, 16 de enero de 2012

Las madres antiguas

Hoy me refiero a una institución que se merece la más alta distinción que puedas imaginar. Las madres  de siempre, a esas que muchos llamamos «antiguas», quizá con razón, pero que no les quita ni un ápice su valor intrínseco en los cimientos de esta sociedad, de su cultura y de su economía. Serán antiguas, serán severas, estarán arrugadas y a veces malhumoradas, pero no pierden su auténtica esencia: Mujeres incansablemente trabajadoras para el bien de su familia. He tenido la desgracia de perder a mi madre el miércoles, 11 de enero, 2012. Pero estas mujeres que han realizado el esfuerzo continuado de criar hijos y servir a sus maridos en un sistema especialmente adverso para ellas... deberían conmovernos el alma. Cuando se te va un ser muy querido te encuentras con que te rondan en la memoria sus últimas frases, gestos o palabras. A mí me emocionó especialmente una (con la suma debilidad y resignación de su enfermedad) «No hay que ganar mucho dinero para vivir bien». Realmente sería sorprendente para ella explicarle que hay empresas, bancos y políticos (esos que son los representantes del pueblo) que su único propósito es almacenar ganancias, cuantas más mejor, y en el paraíso fiscal que menos tribute sin importar de dónde procedan los capitales. No puedo más que desearles a todas esas madres antiguas que no les roben la dignidad de su trabajo, y espero que me perdonen si me dirijo, algo egoístamente a la mía: Modesta Sánchez Grau, desde el átomo más profundo y vital de mi corazón descansa en paz. Y va por todas esas madres antiguas.


Francisco Vicente Agulló Sánchez


Publicado en: http://www.diarioinformacion.com/servicios/cartas/cartaLector.jsp?pIdCarta=35284&pRef=2012011600_0_0__Cartas

3 comentarios:

  1. avier Falcó javierfalco@gmail.com a través de blogger.bounces.google.com
    13:13 (Hace 33 minutos)

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    Javier Falcó ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Las madres antiguas":

    Las madres antiguas y nuestros padres también, vivieron una realidad distinta a la nuestra, donde las necesidades provocaron ser mucho más consecuentes, solidarios y sinceros. En la línea de las palabras de La Mode, (como nos gustaba llamarla los que tuvimos la suerte de conocerla), me acuerdo de unas palabras que decía mi padre, que vienen a decir lo mismo y que siempre tengo presente “No es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita”.

    Vaya desde aquí mi más sincero agradecimiento (por lo que me aportó) y reconocimiento para una persona que para mi fue muy entrañable y que ha sido todo un ejemplo para su familia y para allegados como yo. Aún recuerdo sus consejos, sus detalles, sus comidas, o sus reprimendas (bien merecidas por cierto). También recuerdo su abnegado esfuerzo por escribir, a pesar de sus serias limitaciones. En más de una ocasión pude leer o escuchar de su propia voz “sus novelas” donde se ponía de relieve el esfuerzo y el tesón de una “madre antigua”, que nunca agradeceros suficiente el tremendo sacrificio que han hecho por nosotros. Un abrazo a toda la familia.

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    Publicado por Javier Falcó para ¿...Y por qué no un blog? a las 16 de enero de 2012 13:13

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    1. Acabo de entrar en esta entrada, pero recuerdo perfectamente a Javi y el cariño intrínseco que mi madre le profería.
      Esa mujer que todo lo que fuera de su sangre: hermanas. rimas, sabrinas... se dejaba la piel por ellos con una generosidad inmensa.
      Javi es amigo de mi hermano, pero aunque, a veces lo reprendió, quizá con razón, o no, siempre lo hizo con la mejor de las intenciones, con esa Dulzura-Dureza de 'Las Madres Antiguas'
      Un saludo amigo. Y de La Mode, allí donde esté.

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