5.- Si el último día antes de irme de vacaciones terminaba con interrogantes en relación con cuando y como se podría conseguir quebrar la mayoría electoral del PP en la Comunidad Autónoma (paso previo para recuperar la mayoría en Elche) la tensión adicional surgida tras la Asamblea local del PSPV-PSOE y el inoportuno cese de dos funcionarios de empleo acentúa las dudas e introduce otras, a tenor de los negros nubarrones que pintan los artículos del diario Información de estos días: hay incluso peligro de que la actual coalición se venga abajo en esta legislatura y no solo por una esposa-concejal agraviada. Los jaleos internos dejan en el alero la continuidad del Alcalde, que ve abrirse ante sí la posibilidad de tener que seguir gobernando en contra del aparato local del partido, de no revalidar como candidato en las próximas municipales y de que su carrera política sufra un severo traspiés, todo ello con los bárbaros a pie de muralla. El posible matiz de que en realidad se busque condicionar al Alcalde para hacerlo más efectivo, solo es accesible para psicólogos muy experimentados y puede resultar contraproducente si a alguien se le va la mano. El contexto autonómico tampoco es muy edificante, pero eso ya se verá. No obstante la propuesta positiva del nuevo secretario general de los socialistas valencianos es haber enunciado que uno de sus objetivos será que Alejandro Soler gane las próximas elecciones locales por mayoría absoluta; sin duda el mejor planteamiento inicial para ganarlas, aunque sea por mayoría simple. La personalización debe entenderse como lo que es: el débil aparato del PSPV avisa a los disconformes locales de quien es ahora el candidato en las próximas.
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