lunes, 13 de octubre de 2008

Una de crisis


Hoy me he levantado inmerso en una crisis financiera galopante. Me fuí de puente y cuando vuelvo me encuentro con el mundo patas arriba. En fin, que no puedo faltar. Bueno el caso es que estudié unos años Económicas en la misma facultad que Pedro Solbes y Martín Sevilla, que de esto saben mucho. Aunque me dejé los estudios a medias sigo empeñado en entender algo del difícil mundo de la economía, y mira por donde me encuentro con dos explicaciones sencillas, que recomiendo:

http://www.ciudadrealblog.com/2008/10/las-causas-de-la-crisis-financiera.html

Os aseguro que no tiene desperdicio.

y esta otra:

http://leopoldoabadia.blogspot.com/2008/04/crisis-financiera-2007-2008.html

Como soy corto de entendederas, algunas cosas no termino de entenderlas y otras las entiendo pero no las comparto: comprar una vivienda nunca ha sido fácil, pero nunca tan difícil como ahora. Todos los ciudadanos en esa situación se encuentran ahora pagando un precio por una vivienda que en el mercado vale bastante menos. Los bancos y cajas de ahorros tienen ya un montón de llaves de pisos en construcción que devuelven los optantes a propietarios en respuesta a las subidas continuadas del Euribor y de los precios inmobiliarios cuando se contrataron los préstamos. Otros muchos no pueden ni siquiera hacer eso para librarse de las deudas contraídas. Los ciudadanos no aguantan en una coyuntura de recesión y desempleo, pero los bancos que queden serán propietarios de un montón de casas que terminarán considerando una inversión a largo plazo amortizable mediante los adecuados alquileres. Con ello el acceso a la propiedad de una casa (vivir en una casa propia es una manía colectiva en el estado español) terminará siendo imposible para aquellos que hasta hace poco sí podían, aunque fuera modestamente, poco a poco. Los partidarios de la libertad de mercado ahora claman por la intervención para que las instituciones crediticias aguanten el tirón y los de siempre (es patético emplear una frase tan manida, pero no se me ocurre otra mejor) pagarán los platos rotos de la crisis. Muchos españoles animados por las facilidades crediticias emprendieron las compras de inmuebles e incluso intentaron hacer dinero fácil con ello. Muchos europeos que no podían acceder a una vivienda en propiedad en su país de origen, eligieron ser propietarios en este. Una jubilación dorada en un clima cálido y agradable era la perspectiva. Ahora saben que estuvieron haciendo esfuerzos en vano y que el fruto de estos esfuerzos lo recogerán los bancos. Es decir, lo que se está produciendo es una vasta transferencia de propiedad de los particulares hacia las instituciones crediticias, tan grande que los bancos carecen de liquidez para realizar sus operaciones habituales. Los que queden, serán literalmente los dueños del mundo.

El derecho social emergente de ser propietario de la vivienda que uno habita, enunciado en la Constitución se ha vuelto más problemático para el común de los mortales.

Al tiempo

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