domingo, 31 de mayo de 2015

La Rápita

Lo primero que llama la atención de esta casona es el nombre, de fuerte raíz musulmana; el hecho de que además se presente en valenciano–catalano–balear es además indicador de cierta profundidad histórica, avalada aquí por la presencia del nombre en los mapas antiguos del IGN que se remontan a finales del XIX. Yendo un paso más allá, el nombre y sus variantes está repartido por toda la geografía ibérica asociado a restos arqueológicos de la dominación musulmana. Según Mikel Epalza, la palabra árabe râbita designa, globalmente, una pequeña mezquita o lugar de plegaria musulmana, donde se reúnen piadosos musulmanes para hacer prácticas de devoción, generalmente bajo la dirección de un maestro espiritual" aunque el término Ribât, de donde procede también significa para los alfaquíes lugar de dedicación a la guerra santa y la vigilancia de las fronteras.
Recorte de la minuta del mapa de 1931del IGN, datada en 1897.
Según Rafael Azuar investigador y arqueólogo, responsable de las excavaciones de la Rábita califal de Guardamar y de varios trabajos de investigación pioneros, suelen localizarse en la costa, junto al mar en lugares con marismas y zonas húmedas, circunstancia que aquí no se cumple, obviamente. Al NW del término, junto al Barranc dels Arcs hay una casa con esa denominación y un camino asociado. El camino de la Rápita se dirige a la Torre de Carrús, aunque en los mapas antiguos llegaba a la ciudad al W del Cementerio viejo y probablemente unía las torres propiedad de los Siuri: la torre del Pla y la de Carrús en el camino viejo de Aspe. En una entrada anterior dedicada a un recorrido parcial del Barranco de los Arcos ya mencioné la existencia de muros de mampuesto y argamasa, aunque se trataba de fragmentos poco significativos.


Muro de contención en paralelo al camino
Aunque la primera impresión es que no hay restos arqueológicos en pie que puedan confirmar la correspondencia con el nombre, las imágenes nos permiten ver grandes bloques de piedra utilizados en muros de contención.
Vista parcial de la fachada principal y el porche
Lo que aparece son restos de una casona de dos alturas con porche, cuadras, cocina, horno moruno relativamente grande y un patio interior cerrado. Hay una pequeña casa separada ocupada hoy por ganado que probablemente era vivienda del personal dedicado a la explotación de la hacienda, constituida probablemente por la sucesión de bancales explanados a ambos lados del barranco; en definitiva una de las casonas típicas del campo de Elche del XIX, viviendo del secano y probablemente, de una pequeña huerta dependiente del caudal intermitente del barranco. Falta el emplazamiento de la balsa, que podría ser el muro de contención fotografiado más abajo.
Techo de la estancia principal de la planta baja
Suelo de piedra y losetas cerámicas
Horno moruno adosado, en el exterior.
Detalle del suelo del establo
Un grafiti de excelente factura en uno de los muros de la estancia principal
El salón se presenta con suelo de losas de arcilla y piedra, con vigas de hierro para dejar un espacio exento relativamente grande. La cuadra aparece además con suelo de piedra.
Muro de contención
Al otro lado del barranco en una posición muy cercana, un muro de contención podría ser algo más por su factura de mampostería con contrafuertes (¿una de las paredes de la balsa?).




Detalles del muro de contención con contrafuertes. Se pueden ver sucesivas capas: mampuestos y argamasa, hormigón, cemento portland, y sucesivas reparaciones con material contemporáneo
También hay carriladas en la piedra en el lecho del barranco, de hecho podría ser la continuación del camino de la cochera comentado en su día.

Posibles carriladas en el fondo del barranco. La vara mide 1'20 m.
Para terminar, una reflexión final. Las grandes casas del campo de Elche, representativas de la economía rural y de un modo de vida ya desaparecido están también siendo laminadas por la modernidad, lo que conlleva en demasiadas ocasiones la desaparición de un patrimonio etnológico, etnográfico e histórico a veces importante. De hecho la casa que nos ocupa hoy se mantiene en pie porque aún se usa toda ella como corral. Triste fin para una explotación agraria que debió vivir tiempos mejores.
Material adicional:
El ribât en al-Andalus: espacio y función / R. Azuar

Rábita en wikipedia

EL CASO DE LOS EREMITORIOS FORTIFICADOS MUSULMANES: ELRIBAT EN LA EDAD MEDIA PENINSULAR / Pascual Ruiz Martínez 

Una interesante monografía del MARQ: La rábita califal de las dunas de Guardamar.

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