lunes, 17 de octubre de 2011

Más entradas para el desagravio: El Paseo de la Estación

Siempre he pensado que la mentalidad fenicia de nuestros antepasados, esa visión crematística pensando en lo inmediato, en el ahora y en el dinerito, aunque explica en parte el empeño colectivo para no perder el tren de la economía es también parcialmente responsable de la sistemática destrucción de nuestro patrimonio local. Antes de que la historia ennoblezca nuestras iglesias, fábricas, parques y paseos, incluso nuestras viviendas las destruimos para reedificar algo nuevo, más actual y mejor adaptado a los nuevos tiempos, generalmente más utilitario pero también más mezquino. Hemos llegado a una situación en la que podemos afirmar que para rescatar patrimonio local hay que irse al inmaterial en forma de recuerdos, usos y costumbres o restos inconexos de actividades, fotografías – v. Misteri o / y Museo de Pusol y las cátedras locales de la UMH– o en su caso remover en escombros y excavaciones lo poco que pueda quedar bajo el suelo que habitamos – v. La Alcudia, los restos de la muralla medieval, o la “terra incógnita” bajo las Clarisas o el Mercado Municipal, a ver si tenemos suerte y nos toca la china, aunque sabemos que el urbanismo doméstico de época árabe suele ser poco “rentable” salvo alcázares, palacios, baños y otros edificios públicos
Y esto viene a cuento porque hay un espacio que parece destinado sistemáticamente a la “renovación” (sic) permanente. Me refiero al Paseo de la Estación.
Con dos notas curiosas:
  1. A pesar de  los sucesivos empobrecimientos nunca ha dejado de tener cierto encanto en las versiones históricas. De hecho muchos ilicitanos tienen fotos en ese entorno, que a fuerza del uso y del tiempo ha llegado a ser casi entrañabe.
  2. Es ejemplo a su vez de contaminación del Ayuntamiento de esa mentalidad fenicia a la que antes aludíamos. No en vano los alcaldes de franquismo simultaneaban el cargo con el de empresario del zapato, como el último alcalde franquista. La Glorieta o Traspalacio son otras tantas muestras del fariseísmo predominante.
Se trata de un espacio que pese a (o precisamente por ello) ser ámbito de determinadas actividades colectivas a lo largo del año, cada cierto tiempo ha sido reacondicionado desde arriba, haciendo tabla rasa de lo que allí había, en mayor o menor grado para degradar de hecho el texto y el contexto. Y ojo con el contexto, porque fue más que interesante y aún contiene algunos elementos de interés, como veremos.

Recopilación de artículos de prensa.
El proyecto socialista: el Paseo-Noria de STAR..
(es probable que aparezca un mensaje indicando que la conexión no es segura, en tal caso pulsar en la opción “continuar” y ¡...Ops! aún está en la web municipal).

El actual proyecto:






Panorámicas 360 º: El Paseo de la Estación desde la Fontana y el Espai d’Art.

Patrimonio inmaterial en torno al Paseo, en forma de fotos antiguas.


Postal


Contextos perdidos: la vieja estación del ferrocarril y probable perspectiva desde la fábrica de Harinas



Década de los 60. ¿Primitiva estación de autobuses? y paseo con la estación al fondo.

Elementos contextuales en peligro:

La Fontana. En realidad una expresión resumida del original existente en la Glorieta, como se puede comprobar si se comparan las fotos que siguen. Creo recordar que toda ella es una reproducción, así que de ser cierto lo dicho es inevitable preguntarse por la original y por su emplazamiento presente y futuro, así como si se emplearán los materiales y la configuración original o de nuevo será reinventada.

 Vista nocturna con el fondo del Casino y un edificio decimonónico con fachada a la almagra también desaparecido

Fontana en el Paseo de la Estación. Se ha perdido al menos un nivel y el entorno


Probable años 60

vieja estación

La Casa de Gómez. En el arranque del viejo Paseo desde el entramado urbano con su pequeño jardín romántico incluía, creo recordar, una fuente y como puede verse una enorme Araucaria y una interesante verja. Por el ingreso de la portada sur que daba al actual Passeig de les Eres de Santa Llucia se entraba a la vieja Biblioteca Municipal, que llegó a ocupar parte de los bajos. Era uno de los edificios más singulares del centro histórico. En su demolición acumuló un sinfín de despropósitos durante el mandato del último alcalde del franquismo recién premiado por la actual alcaldesa con una calle nada menos que en un tramo de lo que la gente conoce como Avenida de la Libertad, ironías de la vida y de la historia. La supuesta “recuperación” fue parcial afectando simplemente a dos fachadas, manteniendo sobre ellauna o dos plantas adicionales y anexando un edificio con 8 ó diez, perdiendo irremisiblemente el jardín para conectar la calle con el Puente de Altamira. Lo que ha quedado es horrible y lamentable. Si alguien me la pasa me gustaría meter una foto desde la Oficina de Turismo, para comparar.



fotos procedente del Álbum Elche Antiguo, de Santi Pastor en Picasa web. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario