martes, 15 de diciembre de 2009

El Molí del Cèntim en el pincel de Jaime Lafuente Sansano




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“Cuando comencé la investigación sobre los pintores ilicitanos siempre oía hablar de un buen pintor, de Jaime Lafuente que había hecho excelentes paisajes, es decir, tan solo un nombre y algún cuadro. Era siempre muy bien valorado sobre todo por el pintor Sixto Marco (1916-2002) que lo consideraba un gran paisajista.”
Tradición y modernidad : (de Manuel Pérez a Vicente Albarranch) / Tina Pastor Ibáñez, en Festa d’Elx 2004.

El cuadro pretende ser una instantánea del viejo Molí del Cèntim hoy derruido y expoliado, según noticia del Diario Información del domingo 6 de diciembre. Fácilmente reconocible por el inconfundible contrafuerte de forma cónica con que se refuerza el canal, el viejo Molí del Cèntim es uno más del rosario de instalaciones históricas repartidas a lo largo de las riberas del Vinalopó para aprovechar el siempre escaso caudal, víctima ahora de los abandonos de las Administraciones Públicas: una excavación, un inventario, un vallado y alguna visita periódica de vigilancia no suponen prácticamente gasto para ninguna de ellas. Y debe recordarse que la declaración de Patrimonio de la Humanidad sobre el Palmeral incluye los sistemas de riego locales vinculados, lo que casi equivale a decir que cualquier instalación hidráulica en sus aledaños debe ser protegida de derecho y de hecho, así que nunca viene mal que alguna Administración ponga un equipo de policía para defender el patrimonio arqueológico, precisamente a raíz del expolio del viejo Molino (El Estado en concreto ya ha puesto un servicio de vigilancia; el resto de Administraciones territoriales e institucionales deberían mover ficha). Por cierto, el huerto de palmeras que se encuentra inmediatamente encima de los restos actuales del Molino, probablemente sea el más septentrional del Palmeral ilicitano.
El cuadro permite hacernos una idea bastante exacta del estado del Molino alrededor de 1880, según estima Tina Pastor en la obra citada. Comparándolo con su estado actual nos hace ver el deterioro acelerado de una instalación que por lo visto, desde la Edad Media hasta hace algo más de 100 años aún estaba operativa. A destacar además que su entorno va a ser intervenido como consecuencia del plan de remodelación del cauce recientemente expuesto, El Valle Trenzado, del que hablamos días atrás y seguiremos hablando por su importancia y por los valores asociados al cauce que están en juego. Del material accesible al público no se deduce ninguna intervención y parece que el “trenzado” empiece a partir del Pont del Bimil·lenari. En cualquier caso el viejo Molino no consta en la presentación audiovisual del proyecto. Si el jurado destacó en su día el carácter abierto del proyecto ganador, quizás sea una buena manera de tomarle el pulso a la remodelación ver como se tratan los restos arqueológicos, que inevitablemente se tienen que incluir.

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