martes, 31 de marzo de 2015

La ANTISEQUÍA: un artículo de Gregorio Alemañ (2)







En esta segunda entrega se analiza el contexto social y la fundación de la sociedad, determinando con claridad el punto de toma de agua en la Acequia Mayor, en un lugar del cauce del Vinalopó repleto de restos de infraestructuras hidráulicas, como veremos en esta y en posteriores entradas. 

4. Contexto social: 1850-1950
4.1. Els anys roins Durante la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, se experimenta de forma generalizada a nivel nacional y de forma tal vez más dramática a nivel local, una crisis en los sistemas y gestión del abastecimiento de agua, tanto potable como de riego. Las instituciones públicas se verán desbordadas e incapaces de aportar soluciones a corto plazo ante el pujante crecimiento urbano y demográfico de las ciudades así como de la zona agrícola en general, con el consiguiente aumento de la demanda de agua y el precio de la misma.
Este incremento de la necesidad de agua coincidirá a su vez con dos circunstancias cruciales que agravarán esta situación: Por un lado, con una notable falta de recursos económicos por parte de la administración; y por otro, en este periodo se darán una sucesión de largos ciclos de fuertes sequías que se repetirán principalmente en tres intervalos de tiempo comprendidos entre los años: 1842-1850, 1874-1878 y la gran sequía de 1907-1914, conocida en el campo como “els anys roins”, y que obligaron a emigrar a gran parte de la población del medio rural a otras tierras o hacía la ciudad, atraídos por la incipiente industria alpargatera, aunque la ciudad continuará siendo eminentemente agrícola hasta bien entrado el siglo XX.
Así pues, ante esta reivindicación de más agua y frente a la falta de recursos y soluciones factibles, estos servicios pasarán a ser asumidos por agentes privados. Con este fin, se constituyen de forma generalizada, un gran número de empresas privadas de todo tipo, al objeto de satisfacer esta creciente demanda como un nuevo y atractivo negocio, cuya actividad estaba garantizada y muy bien pagada.
Este fenómeno se dará en todo el territorio nacional, si bien será en la franja mediterránea, desde Barcelona hasta Murcia, la zona donde mayor número de empresas se crearan al efecto, con diferencia del resto: en el periodo de 1840 a 1970, en esta zona se crearon 136 empresa cuyo objeto era el abastecimiento del agua, de un total nacional de 273 (el 49,80 % del total)[1], en las que llegaron a participar inversores extranjeros[2].
A partir de 1915, hasta el letargo y paralización por el periodo bélico de la Guerra Civil (1936-39), el desarrollo agrícola experimentará una notable recuperación y relativa prosperidad con la participación del conjunto de estas sociedades que, poco a poco como ya se comentó, irán desapareciendo a partir de la consolidación del riego con las aguas dulces de las elevaciones de los sobrantes de las Pías Fundaciones del Cardenal Belluga a partir de 1910.
Posteriormente, durante el periodo de autarquía de posguerra a partir del 39, el intervencionismo del estado se extendió a lo largo de todo estado con una política económica basada en la intervención y la autosuficiencia económica, asumiendo gran parte de los problemas de abastecimiento mediante el otorgamiento de subvenciones e intervenciones, sobre todo en las poblaciones con menor número de habitantes, relegando en un segundo orden a las pequeñas empresas privadas que aún se mantenían y que se verán abocadas a desaparecer.
4.2. Les espardenyes. A nivel local en este periodo, la ciudad de Elche experimenta los inicios de su desarrollo industrial que desencadenará una serie de transformaciones, tanto urbanas como sociales que terminarán configurando la imagen y coyuntura de la ciudad actual. Por un lado, la actividad industrial irrumpe con fuerza en un escenario que hasta la fecha mantenía de forma predominante su carácter agrícola, con la proliferación de fábricas de nueva construcción, ocupando los huertos de palmeras inmediatos a la ciudad, desarrollándose a costa de estos.
La actividad industrial principal estará basada en el calzado textil, destinada principalmente a la fabricación de alpargatas o espardenyes, que impulsada por la introducción del yute (año 1860), como nueva materia prima para las suelas y el aumento considerable de la demanda, tanto nacional como internacional[3], rápidamente implicará una mayor mecanización y nueva tecnología y consecuentemente, una mayor inversión y aportación de capital.
Estos movimientos de renovación y mejoras técnicas se dan igualmente en el resto de actividades e infraestructuras, destacando como ya se ha mencionado, las obras de acceso del Ferrocarril; la modernización de los sistemas de captación de agua y riego con la puesta en servicio del pantano, así como la aparición de nuevas sociedades de riego a principio del siglo XX de moderna tecnología, que empezaran a desplazar y sustituir los sistemas de riego históricos de la Acequia Mayor y de Marchena.
Así mismo, paralelamente e íntimamente relacionado con este desarrollo industrial y tecnológico, se irá adoptando importantes renovaciones en las estructuras agrarias [4] con la especialización de los métodos productivos agrícolas y de sus sistemas de riego, al incrementarse igualmente, la demanda y el precio de sus productos.
La actividad agrícola a la par con la actividad industrial (aunque pudiera parecer contradictorio), supondrán en esta época las principales áreas de inversión del capital como fuentes de trabajo y beneficio garantizado.
La particular idiosincrasia del empresario ilicitano, íntimamente relacionado y originario en la mayoría de los casos de ambientes agrícolas, hará que ambas actividades (la industrial y la agrícola), aparentemente antagónicas aquí confluyan en intereses y personajes comunes cuyo dinamismo empresarial hace que se impliquen a su vez en todo tipo de actividades (política, sindicales, periodismo, sociedades culturales, etc.) y negocios varios (regadío, agrícolas, industriales, eléctricas, bancos, etc.), confundiéndose la figura del capitalista inversor, el directivo y el propietario de tierras, generalmente en la misma persona y cuyas actividades se sustentan a la vez, en fuertes vínculos familiares.
Gran parte de los beneficios generados, provenientes tanto de la industria como de la agricultura, serán reinvertidos en nuevas tecnologías y en el desarrollo de ambos sectores indistintamente, pues en la mayoría de los casos, son los mismos industriales los que a su vez, impulsan y patrocinan las explotaciones agrícolas, y forman parte de los órganos de gobierno o estructuras organizativas, de ambas actividades.
Así encontramos (entre otros muchos), y relacionado con el tema que nos atañe, a D. Gervasio Torregrosa y Parreño[5] , empresario y propietario, fundador de la sociedad de riegos “La Antisequía S.A.”, a la vez que desempeñaba su función como vocal de la acequia de Marchena; D.
Vicente Sansano Fenoll[6],  (1866-1944), empresario relevante que empezó con la fabricación de alpargatas, fue pionero en su transformación al zapato y participó igualmente en los proyectos del Agua de la Alcoraya y Riegos de Levante, fundó asociación de propietarios, “La Agrícola Ilicitana” (1912) y presidió la “Comunidad de Labradores”, entre otras muchas actividades empresariales y políticas.
Imagen 6.
Pascual Mollá Coves, Gerente de la sociedad “La Antisequía”.
Fuente: Memoria Digital de la Ciudad de Elche, Cátedra Pedro Ibarra.

5. “LA ANTISEQUÍA S.A.”
5.1. Antecedentes De la relación de sociedades particulares constituidas desde el final del siglo XIX con la esperanza frustrada de aportar agua a los campos, en la actualidad podemos encontrar de casi todas ellas, más o menos información que las identifica y nos permite conocer su envergadura, técnica y contexto histórico particular.
Sin embargo, no deja de llamar la atención como de una de ellas en concreto, en lo referente a la denominada como “La Antisequía S.A., se ha omitido en la práctica totalidad de los textos y documentos escritos o gráficos que se han publicado sobre el tema, no haciendo referencia alguna a la misma, incluso olvidándose prácticamente su recuerdo de la memoria histórica más reciente, máxime si consideramos la singularidad de su proyecto por lo menos en tres de sus aspectos más significativos:
1.- Mientras que el conjunto del resto de proyectos y sociedades aparecidas en este periodo, se afanan en explotar nuevas fuentes, manantiales o caudales de abastecimiento, tan solo “La Antisequía”, plantea la utilización y aprovechamiento de parte de las aguas del riego histórico de la acequia Mayor ya existente con la creación de un nuevo brazal, derivando el riego al otro lado del cauce como antaño se hiciera con Marchena en tiempo de moros y con un sistema similar de explotación al de antaño.
2.- Se plantea igualmente por primera vez en Elche, la técnica mixta del acueducto-sifón para salvar el fuerte desnivel del cauce del Vinalopó, sin recurrir al sistema tradicional hasta ahora de presas, “Azudes” o “Rafas”.
3.- La envergadura del proyecto sorprende por sus ambiciosas pretensiones de extender el riego a una vasta extensión de terreno de secano en la margen derecha del Vinalopó, situadas principalmente en la zona noroeste junto a la ciudad, correspondientes como se indica en su escritura de constitución con las tierras de secano de Carrús, Llano de San José, Matola y Algorós, es decir unas 425 Ha. brutas (unas 85 Ha en la zona de Carrús y el resto en el Llano y Matola principalmente), con un trazado lineal estimado en su acequia madre de unos 7.000 Ml.
De las escasas referencias obrantes al respecto, tan solo hemos podido encontrar su mención en un texto de Vicente Gozálvez, donde tan solo la como una sociedad más dentro de la lista general referida, sin información complementaria alguna o dato significativo de la misma.
Así mismo, en el trabajo realizado por Juan Manuel Matés Barco de la Universidad de Jaén sobre “Las empresas de abastecimiento de agua potable en España (1840-1970): Ciudades y distribución geográfica”, incluido en el XXVI Encontro da Associação Portuguesa de História Económica e Social (APHES)…, y en el titulado “El servicio público de aguas potables en España: un sector entre la confluencia de los intereses públicos y privados”, dentro del Grupo de Estudios Históricos y Económicos sobre la Empresa (GEHESE), aparece igualmente citada, como referencia aislada: “La Antisequíade Elche (1894), e incluida en ambos casos erróneamente, como empresa local de suministro de agua potable junto con la “Elche Water Works”, de capital extranjero, cuando en realidad esta sociedad se planteó en exclusividad al suministro de agua de riego y de inversión local.
La Antisequía, S.A.”, aparece referenciada igualmente, en la relación de sociedades anónimas domiciliadas en España y operativas a 1914, en el grupo de actividad de aguas potables y riego, indicando su año de fundación en 1894[7].
El desconocimiento y olvido generalizado de estos singulares acontecimientos, incluso del olvido y origen de los restos de acueductos y construcciones existentes, han sido el motivo del presente artículo.
El punto de partida de la investigación fue el año de constitución de la sociedad, a partir del cual y tras el estudio de los Libros de Actas Notariales de ese año, se obtuvo el protocolo de la escritura de constitución, y a partir de aquí, el seguimiento y deshilvanado de expedientes y legajos relacionados, repartidos entre el AHME (Archivo Histórico Municipal de Elche), con una única referencia existente en el Archivo Histórico de la Comunidad de Propietarios de la Acequia Mayor; el AHPA (Archivo Histórico Provincial de Alicante); el AGMF (Archivo General del Ministerio de Fomento de Madrid) y el AHAP (Archivo Histórico de la Administración Pública, en Alcalá de Henares), encontrando en estos últimos los expedientes administrativos del proyecto.
5.2. La toma del agua La peculiaridad principal del proyecto radica básicamente en el propio objeto de la empresa, es decir, en la toma del agua de la acequia Mayor por su partidor de Asnell y su derivación al otro lado del cauce para dotar de riego y poner en valor, aquellas tierras de secano.
A tal efecto será condición previa y necesaria para poder llevar a cabo este propósito por un lado, la autorización primeramente por parte de la Comunidad de Propietarios de la Acequia Mayor del Pantano de Elche para poder tomar el agua y actuar sobre la acequia creando esta nueva derivación del brazal existente, y por otro, una vez conseguido el mismo, la constitución legal de servidumbre de acueducto sobre el cauce del Vinalopó por parte del Gobierno Civil.
La Junta Directiva de la Comunidad de Propietarios de la Acequia Mayor del Pantano, en sesión celebrada en la alcaldía el 25 de julio de 1893, siendo presidente de la misma el alcalde de la ciudad D. Manuel Pomares Fuentes y ante la petición realizada por dicha sociedad representada por D.
Pascual Mollá Coves, acuerda conceder “el permiso de tomar las aguas por partidor de Asnell y a su costa, construir un nuevo brazal que las conducirá a la parte de Poniente del Vinalopó, para ser utilizadas en el riego de tierras de las partidas de Carrús, Matola, Llano de San José y Algorós” con la única condición que el agua a utilizar sea adquirida por compra a la acequia Mayor y a costa de dicha sociedad, quedando bajo la vigilancia de su Junta Directiva, la construcción de las obras propuestas hasta la salida de las aguas de la demarcación del riego actual de la acequia.
A todos los efectos legales “La Antisequía, S.A.” se considera como concesionaria de la acequia Mayor, es decir, con derecho a puja y a adquirir el agua de la misma para el riego de unas tierras fuera de su demarcación histórica. Así quedará recogido en el acta de ratificación de su Junta Directiva del 24 de Abril de 1894, y posterior certificado de D. Pedro Belda Bernad, Oficial Primero y secretario accidental del Ayuntamiento de la ciudad y como tal de la Junta de aguas de la acequia Mayor, de fecha 15 de mayo de 1894.
El citado acuerdo establece además, “… en atención a lo incierta que es la vida de las sociedades anónimas”, un plazo máximo de 4 años para llevar a cabo las obras proyectadas, transcurrido el cual se consideraría caducada la citada concesión si éstas no hubieran finalizado[8].  El partidor de Asnell, anterior a Anoy y segundo del tipo de “pico móvil” que nos encontramos en la acequia Mayor tras el de Carrell, queda situado a unos cien metros del Molino de Dos Moles junto a la Fábrica de Ferrández, coincidente donde actualmente finalizan los restos del trazado de la 6ª elevación de Riegos de Levante a la izquierda del cauce.
Imagen 7.La acequia Mayor y su partidor de Asnell
 deriva las aguas al este por el brazal del mismo 
nombre.Fotografía, Noviembre de 2003
 (Hoy en día el partidor está desaparecido)
Ortiz de Mendoza, en su “Claridad de la acequia de la Villa de Elche” (1589), nombra al brazal de Asnell, como la cuarta acequia que riega la huerta, que parte por diez[9] y “tiene la obligación de ser el agua a la puesta y al salir el sol, a una junquera que está bajo de la balsa de Mosén Soler. Contiene en sí dos brazos; el uno monda hasta el Palombar que está en los olivares de Ferrero, y el otro por la senda, a los granados de Melchor Ortiz.” Es uno de los 17 partidores de un total de 22 (descontando el agua de Dulas), que existen en esta fecha y distribuye el riego a la zona de huertos denominados como históricos (coincidentes con la delimitación de la UNESCO del año 2000), aportando el riego por el brazal del mismo nombre, a los huertos de parte norte de la Vila, relacionados:

La superficie de los huertos regados en la actualidad por este brazal alcanza las 250 tahúllas (238.284 m2), no habiéndose detectado variaciones significativas respecto a la situación obrante en el siglo pasado, tanto en lo referente al número de huertos afectos por este partidor, como a la superficie de los mismos, por lo que se desconoce la abultada diferencia entre los datos apuntados, salvo que se esté incluyendo en el cómputo, otras zonas de riego diferentes a los huertos, donde tendría cabida el nuevo partidor de la Antisequía.
Enric Guinot Rodríguez y Sergi Selma Castell, (“Acequias de Elche y Crevillente” p. 124 año 2003), apuntan que a mediados del siglo XIX (1850- 1860), este partidor alcanzaba el riego de unas 600 Th[10], es decir unas 57,18 hectáreas de tierra regada, “que el agua recorría en media hora”.
5.3. El caudal La unidad de reparto del agua en el riego tradicional de Elche en su acequia Mayor es el fil d´aigua (hilo de agua), que representa una división o parte del caudal derivado del cauce del rio Vinalopó en un tiempo determinado, teniendo pues un doble sentido como valor temporal y volumétrico.
Respecto al tiempo, o duración de utilización del hilo de agua, ha sido siempre en base duodecimal (12 horas), estableciéndose la duración del
Imagen 8.
Detalle del diseño del partidor de Asnell 
realizado por el arquitecto Francisco Verde (Septiembre de 1676)
 hilo en 12 horas cuyo inicio de su cómputo quedará fijado a partir de 1789[11], de 6:00h – 18:00h los de la mañana (hilos de día), y el resto del tiempo, como hilos de noche.
Así pues, en la actualidad, un fil d´aigua es la doceava parte del caudal derivado del río durante 12 horas continuadas, como unidad proporcional de un volumen no constante, como caudal variable pues depende del propio caudal que aporte el rio en su momento.
Pedro Ibarra en su “Institución del Riego de Elche”, recoge el dato (seguramente de Lafarga, aunque no lo indica expresamente), de un caudal teórico medio estimado que sale del pantano, es de unos 360 l/s puntualizando su gran irregularidad según las estaciones y climatología, lo que nos daría 12 tallas de unos 30 l/s cada una en término medio[12], con lo cual vendría a suponer que un hilo de agua aportaría al terreno a regar una cantidad estimada de unos 108.000 litros de agua a la hora, es decir, un total de 1.296.000 litros por hilo en doce horas.
El rendimiento estimado de un hilo de agua en el riego a manta (sistema normalmente utilizado en este periodo, y en la actualidad), como referencia y considerando el aporte de una “buena talla” (o “buena agua”) y en doce horas, abarcaría una extensión aproximada de “38 áreas de olivar, 42 áreas y 72 centiáreas de granados y 47 áreas y 53 centiáreas de palmeras y granados.”[13]. Teniendo en cuenta que la caja de la acequia en este punto, puede llevar entre 7 y 10 tallas de agua, y en relación a las dimensiones del partidor y su brazal (45 cm de ancho por un total de 55 cm de altura), Asnell derivaría como máximo entre 1 y 1,5 tallas. Así pues, si consideramos un caudal medio de paso de 1,25 tallas (un hilo y cuarta), resultaría un total de 135.000 l/h, es decir 1.620.000 litros cada 12 horas lo que equivaldría a una superficie de riego de olivar de unas 5 Th (4.750 m2). Este tanteo generoso, en cultivos en tierras de secano podría casi triplicarse llegando a alcanzar las 15 Th esa misma cantidad de agua, ampliándose a su vez, la alternancia de los periodos de riego.
Por otro lado, si bien durante siglos se mantuvo tanto el sistema originario del reparto del agua de la acequia Mayor en nueve tallas para el riego de los huertos de palmeras, dos tallas para Marchena, y una para el uso de la ciudad, como la administración del riego mediante el reparto por el sistema de tandas o turnos[14] asignado a cada partidor, a partir de que la posesión, administración y gestión del agua de la acequia pasa a manos de los propietarios, al margen del Ayuntamiento, se generarán una serie de cambios tanto en la organización, como en la administración del agua, asumiendo un nuevo sistema que permitirá la subasta diaria de los nueve fils d´aigua de la Séquia Major sin el condicionante de las tandas. El origen de estos cambios los encontramos la propia constitución de la Comunidad de Propietarios (1789-1878), y sobre todo, después de la adquisición por parte de esta institución del pantano en 1845.
A su vez, en 1907 se liberalizará el uso del agua de Dulas (75 hilos/tanda) como agua obligada de tierras de alquerías, subastándose a partir de esta fecha, los nueve hilos sin distinción.
Este nuevo sistema de puja al alza sin turnos establecidos, generó a principios del siglo XX, fuertes tensiones y no pocos conflictos para poder conseguir una porción del agua de riego en las subastas con incremento considerable de su precio final.
En este escenario, y a raíz del atrevido (casi traumático) planteamiento del proyecto propuesto por “La Antisequía” de derivar parte de las aguas de la acequia Mayor al oeste del Vinalopó, modificando y ampliando la zona de riego tradicional, que supuestamente estaba ya ajustada al caudal de agua disponible, los regantes afectados de Asnell mostraron su total disconformidad al mismo, alegando al respecto según escrito de fecha 15- 2-1896. En dicha alegación argumentaban básicamente, que al aumentar el número de tahúllas a regar, aumentaría la competencia y la demanda y consecuentemente el precio de su subasta del agua: “… antes de la fundación de la Comunidad (acequia Mayor), los propietarios del agua la sacaban por cuartas partes de hilo cada nueve días, utilizándola o vendiéndola privadamente por el precio que estimara justo; ahora ya no se reparte, se subasta en público entre los regantes y no necesita por los propietarios de la misma esperar su correspondiente tanda o turno para regar…. El precio en venta diaria de todas las aguas no es igual para todos los partidores, porque la concurrencia de licitadores es mayor en los partidores que riegan mayor extensión de terrenos.”[15] Es de suponer que la aparición “La Antisequía” como nuevo concesionario y partícipe en las ya conflictivas pujas por el agua, teniendo en cuenta su fuerte necesidad de caudal a tenor de la gran cantidad de terreno ofertado para el riego y la demanda que este generaría, así como el tratarse de una sociedad de intereses meramente comerciales (no agrícolas) con un fuerte respaldo económico, incrementaría mucho más las tensiones ya existentes en la venta del agua y sobre todo, particularmente a los regantes del brazal de Asnell que verían mermadas sus posibilidades de disposición del agua de riego al tener que enfrentarse a competir, a pujar, contra este nuevo concesionario.
5.4. Constitución de la sociedad Una vez obtenida la autorización por parte de la Comunidad de Propietarios de la Acequia Mayor (acuerdo del 25 de julio de 1893), para la toma del agua y ejecución de obras en la caja de la acequia Mayor, se constituye en la ciudad de Elche como sociedad anónima, la denominada como “La Antisequía S.A.”, según escritura de fecha 30 de marzo de 1894, con el número de protocolo 180 del notario D. José Gómez Aznar[16], manifestando como objeto social de la misma el dotar de agua a la mayor extensión de terrenos de secano, de los terrenos situados al oeste en los partidores de Carrús, Llano de San José, Matola y Algorós, destinando el capital aportado a la construcción y explotación de una acequia y obra civil necesaria, que hará posible dicho riego.
La mercantil se constituye con el nombre original de La Antisequía”, como sociedad que pretendía luchar contra de la sequía, y cabe esta aclaración, pues en la mayoría de los textos consultados, posteriores a la escritura de constitución e incluso en el recuerdo de las escasas fuentes orales encontradas, se hace referencia a la misma y se la conoce como “La Antisequia”, denominación curiosa que llama la atención en una primera aproximación, como sociedad que pudiera estar en contra de la acequia (en este caso, la Mayor de donde toma el agua), cuando realmente, tan solo se trata de un error de transcripción continuada en el tiempo al omitir la tilde[17]  tal vez por analogía con la Contrasequia o al ser adaptada la denominación a la lengua valenciana.
La sociedad tendrá una vigencia de 99 años, siendo sus propietarios, Don Gervasio Torregrosa y Parreño y Don Pascual Mollá y Coves, ambos casados y con 49 y 40 años de edad, respectivamente y como abogado de la misma, Don José García y Coquillat.. El capital social suscrito inicialmente es de 30.000 ptas.[18], asignado a un total de 120 participaciones con un valor nominal de 250 ptas. cada una, correspondiendo de la 1 a la 40 a Gervasio Torregrosa, de la 41 a la 80 a José García y Coquillat, y el resto a Pascual Mollá. Los estatutos de la sociedad establecerán en su artículo 20, que no se repartirán dividendos hasta que la acequia alcance una longitud mínima de 6.600 m. de longitud desde su toma.
La venta del agua queda regulada en el artículo 4º de dichos estatutos, estableciendo que todos los que soliciten permiso de la Compañía para pasar aguas por el acueducto, satisfarán previamente al depositario la cantidad que acuerde imponer la Junta General de la sociedad o la administrativa, sobre la unidad de tres horas de agua, siendo fijada está como la mínima tributación posible.
Esta cantidad mínima de agua de compra, equivaldría según hemos visto, a una cuarta de hilo, es decir unos 324.000 l. con la que se podría regar una extensión de secano de casi 4 Th. (unos 3.560 m2).
Imagen 9.
Escritura de constitución de la mercantil
 “La Antisequía S.A.” AHM, Sección Histórica 
de Protocolos Notariales,
Escritura de fecha 30 de marzo de 1894, 
protocolo 180 del notario D José Gomez Aznar.
27 Hay que tener en cuenta, que la sociedad debía adquirir con carácter previo y en pública subasta, el agua correspondiente al partidor de Asnell de la acequia Mayor, de donde se suministraba, para su posterior reventa a sus propios regantes. La venta del agua se realizaba en tomas diarias y por pujas a la llana, en un local destinado al efecto por la sociedad, con un funcionamiento similar al local de venta de “troneta” de la acequia Mayor.
La administración de dicha sociedad fue ejercida por una Junta de Administración constituida a su vez, por la figura de un gerente, un secretario, interventor y depositario, a cuyos cargos solo podrán acceder accionistas de la sociedad y cuyos cargos tan solo serán remunerados, los de interventor y depositario, siendo el resto de carácter gratuito. La renovación de dichos cargos se estable con carácter parcial y se llevará a cabo el último domingo de la primera quincena del mes de enero del año entrante.
El cargo de gerente recaerá inicialmente en Don Pascual Molla Coves, según certificado de la Junta General de Accionistas de fecha 8 de abril de 1894. Posteriormente encontramos referencias[19] de que en la fecha del el 12 de Junio de 1906, el gerente de la sociedad era Don Gervasio Torregrosa Parreño, con domicilio en la C/ Corredora [20].
El cargo de secretario en el primer periodo de funcionamiento de la sociedad, será desempeñado por Don José García Coquillat, quién al mismo tiempo era secretario de la propia Corporación Municipal y en consecuencia, secretario también de la Junta de Aguas de la acequia Mayor.
Imagen 10.
Acta de la Junta Directiva de la Comunidad de Propietarios de la Acequia Mayor del Pantano, en sesión celebrada en la alcaldía el 25 de julio de 1893, por la que se aprueba la concesión de aguas a la mercantil “La Antisequía S.A.” AHM, AA 34-6, 1893
Imagen de cabecera: Partidor de Asnell en 1915, desde donde tomaba el agua la sociedad.

Todas las entradas dedicadas pulsando aquí: La Antisequía S. L.


21 Las empresas de abastecimiento de agua potable en España (1840- 1970): Ciudades y distribución geográfica.” Juan Manuel Matés, Universidad de Jaén. XXVI Encontro da Associação Portuguesa de História Económica e Social (APHES), Ponta Delgada, Universidade dos Açores, 17 - 18 de Noviembre de 2006.
22 En el caso de Elche, intervino el capital británico en la “Elche Water Works”, conocida como las Aguas de la Alcoraya. que se constituyó en 1900.
23 La demanda internacional se incrementa de forma exponencial a principios del siglo XX, sobre todo a raíz de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y posteriormente, con la Guerra Civil Española.
24 Los agricultores se asocian aunando esfuerzos en la defensa de sus intereses, constituyendo el 6 de julio de 1890 la “Asociación de Labradores en Elche”, así como la “Comunidad de Labradores de Elche” en 1900, que estaría en vigor hasta 1945
25 Els Orígens del model industrial valencià. Elx, 1850- 1930” Josep Miranda Encarnación p.170.
[6] Miguel Ors, Memoria Digital de la Ciudad de Elche, Cátedra Pedro Ibarra.
27 La economía española y la articulación de su mercado (1890- 1914): Los orígenes de la vía nacionalista del capitalismo español”, Tesis Doctoral de Juan Martín Fernández, Universidad Complutense de Madrid, Facultad de CC. Políticas y Sociología.
Madrid 2002
28 AHM. AA 34-6, 1893-1894, Actas de la Junta General i Directiva de la Sèquia Major.
29 Su arpón tiene diez posibles posiciones (10 forasts) para el desvío de las aguas según el agua que traiga la acequia (entre 7 a 10 tallas).
30 TAHÚLLA, (Tafúlla), medida de agrimensura como unidad de superficie unidad de superficie, heredado de tiempos de los musulmanes que en Elche y Crevillente equivales a 953 m2.
31 Estatutos de la Villa de Elche y Capítulos para el nuevo gobierno de la Acequia Mayor”, 21 de marzo de 1789, “Estudio acerca de la institución del riego de Elche” Pedro Ibarra y Ruiz, Madrid 1914, p 222.
[12] 32 Otros autores como Tomás de Villanueva o José Soto, establecen la talla en 46 l/s, mientras que Cervera habla de 69 l/s. En la actualidad, se mantiene el cómputo estimado de unos 40-50 l/s (unos 180m3/h) por talla en las estimaciones de los regantes y gentes del campo, si bien esta estimación, no responde al parecer a ningún cálculo objetivo.
33 Institución del Riego de Elche”, Pedro Ibarra y Ruiz. 1912, p.156.
34 La tanda o turno de riego es de 37 días para el Libro Major y de 38 para el Xic. Esto quiere decir que cada hilo de agua llegaba al terreno cada 37,5 días. El Agua de Huertos, representa 9 hilos de 12 horas de duración cada uno, de día y noche, lo que suponen 18 hilos por día.
Teniendo en cuenta cada tanda (37,5 días), 18 Hilos/día x 37,5 días = 675 hilos cada tandeo (o Libro).
Así pues, cada tanda consta de 675 hilos de agua, 600 como agua de huertos y 75 para dulas, como agua obligada de tierras de alquerías, hasta 1907 que se liberará su uso.
35 AHPA, Sig. OP, G00705.001, Sección Obras Hidráulicas, fragmento del escrito de Alegaciones.
36 AHM, Sección Histórica de Protocolos Notariales, Año 1894, Libro de Protocolos notariales, Gómez Aznar, José (notario). p 720.
37 En las distintas actas de la Junta Directiva de la acequia Mayor, actas municipales e incluso en los distintos Boletines Oficiales de la Provincia (BOP nº 124 del 14-7-1896, y del 21-2- 1895, entre otros documentos, “La Antisequia” aparece escrita sin acento.capital social inicial de 20.250 pesetas, siendo el mismo a 1914, no coincidente con el referido de la escritura de constitución de la sociedad
38 En la tesis doctoral citada de Juan Martín Fernández, “La economía española….”, se indica el dato de un capital social inicial de 20.250 pesetas, siendo el mismo a 1914, no coincidente con el referido de la escritura de constitución de la sociedad
39 En esta fecha, el Ingeniero Jefe de Obras Públicas en relación a la lista de vecinos afectos por las obras publicada en el BOP 30- 4-1906, encomienda al Macero de servicio Francisco Jaén García, localice el domicilio de los mismos, citándose en dicha relación a Gervasio Torregrosa Parreño como gerente de la “Antisequía SA” .
40 Gervasio Torregrosa tenía una finca en la carretera de Crevillente, donde se alojaron algunos de los astrónomos de Montpellier, con motivo de la visita a Elche (28-3- 1900) para contemplar y estudiar el eclipse total de sol que tendría lugar el día 28 de mayo. “Historia de Elche” 1987, Alejandro Ramos Folqués.

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