martes, 25 de agosto de 2009

Lecturas del verano (6)



Entretenida y en algunos momentos intrigante, buena para el verano porque también es intrascendente. El autor es ya un clásico a quien conozco de otra obra más metida en el ambiente cyberpunk: Experimento terminal que obtuvo entre otros los premios Aurora y Nébula de Ciencia Ficción y que me resultó más interesante. Tengo preparada en el Papyre su saga Paralaje Neanderthal tres novelas sobre la re-aparición de esa raza. La sinópsis del último libro que tengo localizado y pendiente, El cálculo de Dios, que como su nombre indica va de la relación entre ciencia y religión, hace que a priori me resulte poco atractivo, aunque si más adelante se me ocurre glosar aquí la relación (algunas de las obras maestras del género se han redactado en ese contexto) igual entro.
Escrita en 1998 en pleno auge de la economía digital y del programa SETI destaca porque su final es notablemente optimista, cosa poco frecuente en nuestro ámbito. A partir de una idea presente en muchas obras del género (el contacto con una civilización extraterrestre mediante una serie de mensajes que terminan siendo los planos de un artefacto, tema ya visto por ejemplo en Contacto de Carl Sagan) se desarrolla la obra, bastante pegada al aquí y ahora. En el fondo se habla de relaciones familiares en una perspectiva temporal tan corta, que se sitúa en los primeros años de este siglo, defecto este que la invalidará en breve, como pasa con las escritas entre los años 50 y 80 que situaron su visión de futuro en un momento histórico que ya es pasado. Contiene algunas disquisiciones en torno a la topologia y la psicología sin llegar a aburrir, en especial las tesis de Jung sobre el inconsciente colectivo.

Portada copiada de: http://nacho.cyberdark.net/

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