miércoles, 15 de junio de 2011

LA PROFESIONALIZACIÓN DE LO PUBLICO EN CLAVE LOCAL (1)


Se ha publicado en varios medios que Alejandro Soler, número uno de la candidatura del PSOE local va a recalar en la Diputación Provincial donde ocupará una de las dedicaciones exclusivas de una institución recargada de alcaldes y cabezas de lista descabalgados que optan a posiciones parecidas a las que él pretende ocupar. También que el número dos puede resultar nombrado asesor de Alarte con nómina en las Cortes autonómicas. Visto como proceso no es algo nuevo: basta recordar que Mercedes Alonso ya ocupó durante largo tiempo plaza en la Diputación con sueldo y posiblemente siga así pese a ser a la vez Alcaldesa de Elche. Volveremos después sobre ello, porque ahora lo que quiero destacar es la presencia contumaz de una serie de personas que tienen como única profesión u oficio reconocido el ejercicio de la política en diversas situaciones y posiciones a lo largo de su vida, o que hace tanto tiempo que no ejercen en lo suyo que ni se acuerdan.
Todo ello contrasta más que notablemente con el espíritu de una legislación que rehuye (aunque no impide y en algunos casos favorece) la profesionalización política por razones ancladas en la concepción profunda de la democracia política. La cara oculta de esta desviación evidente del sentir del legislador es que la práctica totalidad de optantes con posibilidades de resultar electos debe contribuir con dinero de su bolsillo a la financiación de la campaña y así es relativamente frecuente situaciones como por ejemplo que el candidato nº 3 de una lista con posibles solicite un préstamo personal a cuenta de las dietas a percibir por asistencia a plenos y comisiones, teniendo que ir mucho más allá quien opte a un cargo como Alcalde, Presidente de Diputación o Diputado. También resulta de sobras conocida la tendencia de empresarios, inversores inmobiliarios y otros a contribuir en la campaña a cambio de tratos de favor, según podemos ver en algunos sumarios en curso y otros ya cerrados. Tampoco es el caso: la financiación de campañas y de partidos políticos es un tema escabroso derivado del enorme potencial económico de las decisiones de los órganos de gobierno democráticamente constituidos. Quiero insistir en las desventajas que a la comunidad le reporta la profesionalización de la política: la funcionarización de los políticos o la politización de los funcionarios, tanto da, está generando una nueva capa social anexionada a los instrumentos de ejercicio del poder real, aunque sea en una posición subordinada a los clásicos: la banca, las sociedades de inversión, las grandes empresas e incluso los poderes mediáticos.  
Pongamos un ejemplo derivado de lo dicho más arriba, con el añadido del interés local: la entonces candidata y alcaldesa in pectore Mercedes Alonso dijo literalmente que pensaba renunciar a su sueldo para dedicarlo a ayudar a los colectivos más desfavorecidos, en un alarde de altruismo y ejemplo de regeneración política; poco después nos enteramos que en realidad lo que piensa hacer es renunciar a su sueldo como alcaldesa manteniéndose como Diputada Provincial, sueldo que dicho de paso es superior al renunciado. Nos obliga así a recordar que es la legislación la que impide simultanear dos sueldos públicos, es decir que su gesto no es más que una forma demasiado evidente de hacer de la necesidad virtud. Alguien libre de sospechas podría hacer multitud de comentarios, por ejemplo: La dedicación exclusiva en la Diputación se dará, suponemos que a cambio de una dedicación real a esa institución asociada al ejercicio de una serie de competencias de suficiente entidad como para merecerlo. ¿Ser Alcalde de Elche es compatible materialmente con una dedicación exclusiva en la Diputación Provincial?.
Otro: si la Diputación es sufragada con dinero público ¿Dónde está el supuesto ahorro para los ciudadanos?. El único posible seria el derivado de hacer efectiva su renuncia a ambos sueldos, como parecía que se dijo en campaña;  entonces sí sería un ejemplo de regeneración política universalmente aplaudido.
Pero ahora viene la cuadratura del círculo: ¿Cuál es la autoridad moral del grupo de la oposición para hacer esos y otros comentarios si de hecho utiliza de manera similar las dedicaciones exclusivas de la Diputación? ¿Donde queda la experiencia de gestión al frente del Ayuntamiento del Sr. Soler si asume la dirección de la oposición política en la Diputación? ...
No me resisto a añadir una nota final derivada: la autentica política de austeridad (además de la renuncia a sueldos y reducción de gastos superfluos) debe pasar por la supresión de las Diputaciones Provinciales, asumiendo las Comunidades Autónomas sus competencias y funciones, con porcentajes medibles de ahorro en varios apartados entre los que no me resisto a citar los sueldos (de políticos y de funcionarios) o las dotaciones innecesarias y sin pérdida de servicios a los ciudadanos.  Ya lo hicieron con éxito las CCAA uniprovinciales.  Que ni mayoritarios ni opositores lo planteen puede reforzar la idea de que en realidad esta y otras instituciones sirven a esa capa de la que antes hablábamos.


Andaba yo perdido en uno de sus sueños entre interminables pasillos de una biblioteca que cada vez parece más infinita. No me acordé que son 25 años sin el viejo rapsoda ciego. Es posible que ese sea uno de los atributos inventados por él mismo porque aunque pierda la noción del tiempo y del espacio puedo acudir a él cada vez que quiero.

Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mi me enorgullecen las que he leído. 
Y también...: Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón.






Foto procedente del diario Información.com
Ilustración de:
http://adribosch.wordpress.com/2011/06/05/la-patria/

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