martes, 26 de octubre de 2010

Los últimos coletazos del año hernandiano

En entradas anteriores dedicadas al tema, buscando hipotéticos motivos para  explicar que  no sea Orihuela la sede del legado documental, apunté la posibilidad de que el Ayuntamiento actuara en contra de Miguel en los momentos decisivos para terminar condenándolo.  Hay novedades que parecen confirmarlo y nuevos argumentos:

1.- Aunque sea una mera anécdota, algo menor,  hay que decirlo: el único premio literario lo ganó en Elche:

2.- Las investigaciones de Enrique Cerdán Tato que se incluyen en su obra El otro sumarísimo contra Miguel, cuya cubierta se reproduce más arriba. Aún no lo he leído, pero además de las notas de prensa está su conferencia La cuarta herida, que se puede escuchar en:









3.- La relación especial entre Josefina Manresa y nuestro pueblo. Véase El artículo de Joan Pamies del domingo 26 de septiembre de 2010 publicado en el diario Información con el título, Elx, Josefina Manresa y Miguel Hernández.

Como la hemeroteca del Diario Información es un auténtico galimatías para búsquedas puntuales (aún sabiendo el día en que se publicó) y como la edición digital del diario no se corresponde con lo publicado en papel y tras emplear algunas horas de búsqueda infructuosa para encontrar el enlace, he decidido reproducir el artículo (mecanografiándolo sin permiso del autor. Desde aquí, gràcies Joan).


Diario Información 26 de septiembre de 2010. Sección Tribuna.

ELX, JOSEFINA MANRESA Y MIGUEL HERNÁNDEZ

Joan Pamies

Primer Director de la Fundación Miguel Hernández

¿Por qué Elx celebra el Centenario del poeta universal Miguel Hernández? ¿Qué tiene que ver la ciudad del Misteri, la Dama y las Palmeras con el poeta oriolano? Para poder entender las razones por las que hoy esta ciudad está en la vanguardia de las celebraciones en honor del poeta, tenemos que recordar a Josefina Manresa, la musa, la compañera, el amor necesario de Miguel Hernández, la mujer mejor cantada.
Josefina fue una luchadora valiente, con un objetivo claro durante toda su vida: recuperar al poeta, como persona y como escritor, y para esta finalidad realizó, calladamente, un trabajo constante y sin descanso de recogida de materiales hernandianos: poemas, prosas, cartas, primeras ediciones, revistas, prensa, imágenes fotografías, audio, cárteles... después de un proceso de casi tres años de búsqueda del archivo idóneo, seguimos (con mi amigo Pepe Belso y el visto bueno de Lucía Izquierdo) el 28 de septiembre[1] de 1986 perfilar el acuerdo[2] con los representantes del Ayuntamiento de Elche (siendo alcalde Ramón Pastor) en el que Josefina Manresa cedía con generosidad gran parte de los manuscritos a la ciudad de Elx. Lo esencial de este acuerdo era, a cambio de la cesión en depósito, la obligación de la administración local de cuidar, microfilmar y catalogar el legado, impulsar la investigación y promocionar la vida y obra del poeta. Este hecho está unido a que ella y su hijo, Manuel Miguel, vivieron en Elx desde enero de 1950 hasta su fallecimiento, él en 1984 y ella en 1987, la ciudad en la que más tiempo vivió ¿Sin ella existiría el legado hernandiano? ¿Elx tendría el depósito? ¿Habría sido igual esta ciudad sin la presencia de Josefina Manresa? Me atrevo a  decir que no. Josefina Manresa fue esencial para el poeta como musa, novia y esposa. Como viuda y trabajadora incansable defendiendo a su Miguel, implicó a una generación de hombres y mujeres ilicitanos de distintas generaciones y sensibilidades políticas, artísticas, culturales y profesionales. Ella habla, camina, pasea, dialoga con Toni Bru, Sixto Marco, Josep Maraldés... Ellos nos transmiten su pensamiento, las costumbres, lugares, personajes, historias y tradiciones ilicitanas. Implicándonos y entusiasmándonos a algunos jóvenes ilicitanos creando puentes y relaciones con el poeta Miguel Hernández y su viuda. Creo que la presencia de Josefina Manresa, además de condicionar el destino de algunos jóvenes ilicitanos, ha aportado otra dimensión a la ciudad de Elx.. Por esta ciudad pasaron numerosos hernandianos, poetas, dramaturgos, docentes, políticos..., aquí se efectuaron homenajes, durante y después de la dictadura franquista. Y, obviamente, la presencia de la familia del poeta, así como la cesión del legado, ha dinamizado un quehacer hernandiano (educativo, cultural, aniversarios, senda, investigación...) que ha condicionado la historia y vida de la ciudad de las palmeras.
Desde los años sesenta en Elx se va produciendo un complejo y atractivo caldo de cultivo contracultural, social y político con aditivos aportados por Josefina Manresa sobre la vida, emociones, pensamiento, ética y obra de su marido. Los jóvenes hablan del poeta en el Misteri, en la UEE, en el Gim, en el Club d’Amics de la UNESCO, en el Instituto, en la Academia Ripollés, en el Marfil, en la Coral Ilicitana, en la Carátula, en la Escuela de Danza de Pilar Sánchez, en la Peña Madridista, en el Margalló, en las tertulias y reuniones clandestinas, en los guateques, en las peñas y los clubs, en la mona, en el cine-club, en las artes escénicas, en las exposiciones de pintura...Obviamente sin aquel ambiente que condicionó Josefina Manresa hoy el centenario de Miguel Hernández sería diferente. Termino estas líneas solicitando al Ayuntamiento de Elx que sea nombrada hija adoptiva Josefina Manresa, pues es obvio que a ella y a su marido Elx si que le debe algo[3]

Y lo reproduzco además por el contraste con las declaraciones de José Carlos Rovira: “Los que critican el acuerdo sobre el legado de Hernández atacan a la memoria del poeta”.

Mi impresión es que Rovira, de forma gratuita e injustificada resta amigos para nobles causas como son la figura de Miguel y la continuidad del legado en Elche. Solo por lo que dice, de ser una transcripción literal de su criterio, merecería no seguir como animador del cotarro ya que en cualquier caso siempre se debe estar para sumar esfuerzos y no para crear enemistades. A la vez es un ejemplo palpable de como doctores de universidad, eruditos e investigadores pueden perfectamente decir sandeces como cualquier otro mortal, en especial cuando se tocan sus fuentes. La suave pero firme contestación en el mismo periódico, Carta abierta  a José Carlos Rovira de Angels Candela del viernes 22 de octubre, que suscribo plenamente no tiene desperdicio:


[1] El 28 de septiembre de 1939 fue denunciado en Orihuela por José María Martínez, el Patagorda, y detenido por Manuel Morell Roger; casualmente en Madrid ese mismo día se efectúa la propuesta de pena de muerte para el poeta.
[2] Acuerdo Plenario del Ayuntamiento de Elx de 29 de octubre de 1986. Se depositan 1260 textos, el 8 de noviembre de 1986, en el Archivo Municipal de la ciudad. Este depósito es ampliado posteriormente por Lucía Izquierdo, nuera del poeta.
[3] La concejal del PP de Orihuela Pepa Ferrando con el plácet de Mónica Lorente, ha dicho que Orihuela no le debe nada a Miguel Hernández y es evidente que la derecha oriolana con su alcalde Baldomero Jiménez y la iglesia con Luis Almarcha facilitaron la muerte del poeta en la cárcel alicantina, es decir, los poderes fácticos oriolanos le deben la vida y la ciudad, la fama y como recompensa en 2003 ponen una calle al hijo del Patagorda, José María Martínez, delator del poeta, y posiblemente dentro de algunos días harán lo mismo con el policía Morell.

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