martes, 28 de abril de 2009

El Pantano (I) El Merendero de ITUSA







Ya hace algún tiempo visité el Pantano, concretamente este otoño pasado: quería verlo lleno, con el agua rebosando por la presa, tras la rotura de la compuerta y su reparación. Justo unos días después algún irresponsable rompió de nuevo la compuerta y se volvió a vaciar en cuestión de horas. No he vuelto a ir, pero seguro que no tardaré porque sin saber muy bien como de vez en cuando paso. Muchos ilicitanos tenemos recuerdos asociados al paraje: jugar al fútbol, fer herbetes, bañarse (cuando las aguas eran solo agua salobre, no hace tantos años), hacer la paella en familia y pasar un día en el Molino, adentrarse por los túneles de la Acequia Mayor, recoger fósiles y jacintos, subir al Castellar; atreverse a cruzar los acueductos, prolongar la marcha siguiendo la estela de las acequias o buscar puntas de silex en la Sierra del Buho, hoy semidigerida y machacada, convertida en áridos y mortero... No me gustó lo que ví, no solo por las palmeras maltratadas a los pies de la presa como en su día comenté aquí o el descenso alarmante de la calidad de las aguas –las mismas que riegan los parques públicos de Elche– así que mira por donde los habitantes de los valles del Vinalopó contribuyen involuntaria y materialmente al mantenimiento del Palmeral Patrimonio de la Humanidad gracias al abono que aportan. Tampoco me gustó el lamentable estado de abandono de lo que en su día fue un potente argumento para acallar las protestas contra la instalación de un vertedero de residuos en sus inmediaciones: el área de esparcimiento que ITUSA montó justo en la bajada al Pantano. No iba predispuesto a ello pero perdí buena parte de la mañana visitando los despojos: el almacén, los aseos, los hogariles al aire libre, las plantas exóticas que ahora afean aun más el lugar, dejadas de la mano del hombre que las plantó y al que maldigo doblemente por haberlas plantado y por no cuidarlas. El Pantano necesita urgentemente la intervención pública reparadora y cuanto más se tarde será peor. La primera vez que conservacionistas y ecologistas locales le sugerimos al Ayuntamiento que recuperara el Molino aún estaba entero: abierto todos los días, con su cantina, con las tolvas y la maquinaria dentro, con sus paredes y techos intactos. Hoy en día el edificio también es una lamentable ruina y costará mucho más rehabilitarlo. Inevitablemente será un invento, una construcción nueva adaptada a los tiempos que corren, sobre los restos de la antigua. Me evoca las muchas reproducciones en cartón piedra que nos quedan: La Mutua, la casa de Gómez, La Glorieta, La Coral ...

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. Yo he jugado mucho de pequeño en ese merendero y cuando hace ya años volví y lo encontré abandonado y destrozado me dio mucha mucha pena, pero de toda formas allí ya no se podía estar por el fuerte olor. Yo no he llegado a vivir lo de hacer herbetes ni encontrar puntas de sílex en el búho, ni bañarme en el río, debieron ser tiempos aquellos más cercanos con nuestro medio natural......sí he recorrido cientos de veces los túneles de la acequia mayor porque por aquel entonces era habitual quedar con los amigos e irte al pantano a dar una vuelta e investigar un poco :)
    Me suena que eso de ITUSA era la empresa que por aquel entonces llevaba la gestión de residuos en Elche y que montó ese merendero para sus empleados, lo de recuperar el Molino que comenta supongo que será el de los Magros. Un saludo y de nuevo gracias por la publicación que siempre aporta buena información :)

    ResponderEliminar
  3. Gracias por comentar Carl. Hemos perdido un montón de cosas alrededor del Pantano y el Ayuntamiento sigue empeñado en no hacer nada. Venga

    ResponderEliminar