CAMINOS IBEROS

viernes, 21 de junio de 2013

Elche en Carlos de Haes: (1) Las pinturas

Bosque de palmeras
Cada una de las pinturas y grabados de Carlos de Haes dedicados a Elche merecen un comentario detallado por la calidad general de las obras, pues no en vano estamos ante uno de los renovadores del paisajismo hispano del XIX: introductor de la pintura “au plein air” que después asumirá con entusiasmo la Institución Libre de Enseñanza, maestro de grandes pintores y autor de paisajes memorables adoptará una actitud próxima al realismo naturalista con algunas pinceladas de impresionismo, amalgama que confiere cualidades especiales a su producción. Si nos centramos en  su obra dedicada, asombra la concreción de los detalles y una peculiar visión de algunos elementos clave de nuestro paisaje, equiparable en muchos sentidos al valor informativo que proporciona la fotografía de la época, prácticamente ausente en nuestra ciudad.
Orillas del Vinalopó (Elche) 
A la derecha, un montículo terroso en cuya cima se observa escasa vegetación. Entre los cerros horadados por el cauce del río, va marcándose el discurrir zigzagueante del agua en cuyas orillas se intuye la presencia de tres lavanderas con sus cestos de ropa. Cielos luminosos sobre la base de un azul ultramar (Gutiérrez Márquez, A., Carlos de Haes en el Museo del Prado 1826-1898, Madrid , 2002).
Mí nota: La enormidad del cauce resulta de la comparación entre las figuras humanas que se perciben en el centro del cuadro a lo lejos y el paraje. Un corte similar en todo aún puede verse hoy en las paredes de las inmediaciones del Puente del Bimilenario.
Palmeral de Elche






Palmeras de Elche
Sobre una explanada, arbustos cobijados por un pequeño promontorio. A la derecha, una construcción, semejante a un aljibe, y detrás, gran extensión de árboles frutales entre los que sobresalen los altos troncos de las palmeras, a la izquierda diseminadas y a la derecha en un bosque más compacto. Fondo montañoso difuminado cuyas cimas se coronan por brumas y nubes bajas en un cielo que torna limpio y azulado en los planos más cercanos (Texto extractado de Gutiérrez Márquez, A.: Carlos de Haes en el Museo del Prado 1826-1898, Museo del Prado, 2002, p. 188).
Mí nota: La exacta reproducción del perfil de la SIerra de Crevillente, en la que se adivina El Puntal, La Vella y El San Gaietà..., da una idea de la perspectiva realista mencionada y a su vez aparece una secuencia, una sensación de "deja vû" al contemplar la serie de cuadros.

Como nota al margen destacar la atracción de los pintores por el paisaje local, tan peculiar que la nómina de artistas que lo han elegido es abundante por su número y calidad: Laborde, Carlos de Haes,  Sorolla, López Mezquita ..., y a su vez es inevitable su influjo en la obra de pintores locales de talento como Mariano Antón, Vicente Albarranch (a quien pronto dedicaremos alguna entrada),  Jaime Lafuente Sansano; hasta Sixto plasma en ocasiones elementos característicos del mismo.
Volviendo al tema, a destacar los cuadros del Prado que aquí se reproducen. Si manejamos la utilidad de búsqueda del Museo además de la ficha catalográfica, resulta interesante la descripción que de ellas se hace, generalmente un extracto de la obra que no me resisto a reproducir aquí en letra pequeña...
Por la izquierda, sobre la base blanca de la preparación que en parte queda al descubierto, se abre un camino en diagonal que se pierde en la lejanía en dirección a unos palmerales que se vislumbran, a lo lejos a la derecha. A la vera de este camino y remarcado por su sombra, el aljibe de una alquería o casa de campo de labranza, rodeada de palmeras, a la que se accede por unas escaleras. Cielo azul salpicado de nubarrones (Gutiérrez Márquez, A., Carlos de Haes en el Museo del Prado 1826-1898, Madrid , 2002).  
Mí nota: Este cuadro lo elegí como ilustración de una de las entradas del blog dedicada a la refundación de la ciudad por los árabes  por las referencias al poblamiento musulmán del territorio: una alquería rodeada de palmeras, un algibe, un huerto próximo...

Como material adicional, a seguir la creciente nómina de autores y obras en lo que va camino de constituirse en una pinacoteca digital local en la Cátedra Pedro Ibarra:


De izquierda a derecha, se abre un camino jalonado por restos de troncos talados que dan paso a una zona de vegetación en cuyo fondo y en una franja que casi ocupa toda la dimensión horizontal, crece un bosque de olivos. A la derecha, muy diluidos los perfiles de las montañas en la lejanía que se recortan sobre un amplio y despejado cielo. En el ángulo inferior derecho, primer plano de vegetación insinuada a base de grandes manchas y amplia gama de color (Gutiérrez Márquez, A., Carlos de Haes en el Museo del Prado 1826-1898, Madrid , 2002).

Mí nota: Sixto hablaba de la enorme dificultad de pintar a contraluz, con el sol del atardecer justo en la retina del pintor. El siguiente paso lo dará Albarranch pretendiendo captar los dorados de ese sol sobre las palmeras y los huertos, pero eso otro día.

Nota descriptiva del cuadro que encabeza la entrada: En una composición horizontal, favorecida por el propio formato del soporte, se plasma una llanura con un desnivel en el centro del terreno en el que junto a un bosque de palmeras se alza un aljibe para el riego de los cercanos frutales que se insinúan a la derecha. Entre este palmeral sobresalen cinco ejemplares que con sus altos tronco enlazan y funden las dos franjas horizontales en que está claramente dividido el paisaje estableciendo, con una contrastada paleta, la división tierra-cielo que en el horizonte se resuelve en una sutil y dorada gama cromática (Texto extractado de Gutiérrez Márquez, A.: Carlos de Haes en el Museo del Prado 1826-1898, 2002, p. 190).
Mi nota: el desnivel en el centro debe ser el río el su tramo bajo. Interesante nota aludiendo a la presencia de un aljibe.


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En la entrada anterior dedicada a la obra de *Carlos de Haes* recogí la opinión de varios autores señalando que el pintor es uno de los introductores de la pintura *Au plein air* por estos lares, una variante del realismo paisajístico que utiliza el procedimiento de pintar directamente en el lugar que se pretende representar, algo que ahora nos parece casi normal pero que hace ciento cincuenta años no lo era tanto. No obstante en muchas ocasiones el artista mantuvo las formas: tomar apuntes del natural para componer después los cuadros y grabados en el estudio (generalmente en obr... más »

2 comentarios:

  1. Fa temps vaig trobar aquests quadres que mostres al catàleg de l'exposició temporal que el sant Pius li va dedicar a De Haes farà uns anys. Tot just vaig fer un article sobre d'ells. Per si t'interessa, et deixe l'enllaç: http://elcantaldelrunar.blog.cat/2009/04/16/dos-paisatges-realistes-de-la-serra-de-crevillent/
    salut!

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  2. Gràcies Manu, no coneixía el teu bloc (molt interessant) ni l'article. Si et sembla puc intentar publicar-lo al meu, traduit al castellà. Per cert, sempre que vullgues fer una entrada d'interés local o / y comarcal fora del teu, ací tens un lloc. Si mires una mica voràs que aixó es prou freqüent.
    Vinga

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