miércoles, 28 de agosto de 2013

JAIME EL BARBUDO SALTEADOR Y GUERRILLERO... / Gonzalo Martínez Español (y 5)


La entrega a las autoridades y la petición de indulto en 1823.

El pleno de la Diputación celebrado el 15 de enero patentizaba las enésimas urgencias económicas que padecían las partidas comandadas por el coronel Jaramillo. La penuria obligó a que la Diputación recurriese al Intendente de la provincia a fin de que le anticipase 6.000 reales, que serían reintegrados con la primera remesa de fondos que se ingresara en la depositaria provincial[1]. El pleno de 28 de enero dio lectura a una carta del Intendente manifestando la imposibilidad de anticipar los 6.000 reales de ayuda a las partidas volantes. Asimismo un oficio del Intendente dirigido al jefe político expresaba la imposibilidad de suspender el apremio contra el pueblo de Novelda, a causa del impago de contribuciones, sin aceptar el pretexto de haber invertido algunos fondos en la manutención de la partida volante constitucional. Una vez más, Jaramillo manifestaba la absoluta carencia de medios para auxiliar a las patrullas. El presidente acordó la entrega de 8.000 reales al jefe político en auxilio de las fuerzas de Jaramillo, propios del fondo destinado a armamento de la Milicia Local Nacional[2].
El 18 de marzo el Barbudo y su cuadrilla se entregaron a las autoridades de Jumilla acogiéndose al indulto. El 26 de marzo se le esperaba en Chinchilla, había prometido mandar una partida de voluntarios y emplearse en perseguir malhechores y enemigos de la estabilidad del sistema constitucional[3]. El Diario Constitucional expresa: “Jaime Alfonso (alias el Barbud) con toda su partida que por espacio de 21 años se ha sostenido en las Sierras de Crevillente, entregado al robo y al latrocinio, habiendo hecho inútiles los esfuerzos de cuantas tropas se habían mandado contra él para capturarle, se ha presentado al indulto en el pueblo de Jumilla con su partida, convirtiéndose en defensor de los derechos del hombre en sociedad[4].” La incorporación de Jaime Alfonso a la defensa del orden constitucional comenzaba a dar frutos positivos. A comienzos de abril detuvo a 17 individuos que formaban parte de un grupo de 79 presos liberados por el faccioso Villaescusa cuando eran transportados a Cartagena. A su vez los actos de Jaime tenían un efecto añadido, ya que siguiendo la estela del bandolero, se habían acogido al indulto una facción de Novelda y otra de Agost, más unos cuantos persas del pueblo de Muchamiel[5].

El 7 de abril de 1823 irrumpen en España los cien mil hijos de San Luis capitaneados por el Duque de Angulema con el propósito de restituir a Fernando VII en el trono absolutista. El ejército galo fue paulatinamente venciendo la resistencia, hasta que Cádiz, el último reducto liberal claudicó el 1 de octubre. El Barbudo no tardó en mudarse al bando realista: Jaime Alfonso (alias el Barbut) se ha pasado a los facciosos. ¡Cuanto se nos ocurrió cuando vimos que éste y otros de su laya en virtud del indulto se presentaron en esta capital con el trofeo de sus robos y asesinatos insultando a las justicia![6]. Idéntico rotativo señala que Jaime el Barbudo y 21 de sus secuaces habían sido apresados por los franceses, pese a que Jaime había sido paladín de la fe, con la consiguiente satisfacción del articulista[7].
El Conde de Carnarvon recorría la Península en 1823 cuando Jaime el Valenciano se adscribió nuevamente a la causa realista. El Conde daba buena cuenta del ascendiente que tenía Jaime sobre los habitantes de la comarca, constatando el reparto del botín entre las clases más necesitadas:
“Estando yo en Valencia, este poderoso aventurero pagaba los impuestos de por lo menos  cinco aldeas situadas dentro de los límites del territorio montañoso sobre el que durante años fue rey casi absoluto, las autoridades le temían y le festejaban, y los pobres le amaban y le temían como a su señor natural(…) Tenía a honra proteger a los campesinos que se adherían entusiásticamente a su causa y se decía que a veces, cuando una pareja de enamorados pertenecientes a familias fieles a él, no podían casarse por falta de dinero, Jaime resolvía el problema dando a la novia dote suficiente y apareciendo en plena boda en traje de ladrón, asistiendo al baile, sacando a la novia a bailar, besándola en las mejillas con un ardor que el novio perdonaba sin gran esfuerzo y desapareciendo entre los aplausos ruidosos de los campesinos(…) Era raro que desvalijase del todo a los viajeros, limitándose más bien a cobrarles un porcentaje de lo que llevaban…”
                                               (Conde  de Carnarvon, 1967, 100-102)                    
La militancia en las filas absolutistas le proporcionó el indulto de la Corona y Jaime fue designado sargento mayor de una partida realista. Se empleó en la persecución de malhechores y desafectos al nuevo sistema cobrando una asignación económica del Consistorio de Murcia. En el diario El Semanario Murciano de 16 de marzo de 1879, dentro de las consultas de lectores, se formulaba la pregunta ¿por qué concepto recibía Jaime Alfonso un socorro mensual del Ayuntamiento de Murcia en el año 1823? El redactor afirmaba que por su condición de realista, fiel partidario del Trono y el Altar, exponiendo que:“…Restablecido en 1823 el régimen absoluto, Jaime, bien espontáneamente porque creyese que debía contribuir a asegurarlo en nuestra comarca, bien mandado por el nuevo Ayuntamiento realista de Murcia (que ó consideró aún necesarios y eficaces sus servicios o buscó sólo un pretexto para premiarle los antiguos) siguió recorriendo con su gente el país murciano, de capitán de realistas, y en tal concepto recibía de cuando en cuando socorros pecuniarios del Ayuntamiento. Lo que no sé si es un socorro mensual y fijo, efectivamente; creo que no. Al mismo tiempo que la de Jaime, existían otras varias partidas realistas, a las cuales el Ayuntamiento acudía de igual modo[8]

Murcia. Plaza de Santo Domingo
Detención y ejecución del Barbudo en 1824.
La literatura refiere que a principios del año 1824 Jaime es requerido en las cárceles de Murcia con el pretexto de recibir órdenes. Engañado por las autoridades absolutistas, aprovechan la ocasión para culparle de robo y asesinato, siendo encarcelado por mandato del general Montes. Se le instruye proceso militar en cuyo sentencia figura: “Se ha seguido causa contra Jaime Alfonso Menor, de Crevillente (…) sobre robos en despoblado, por cuyo ha sido sentenciado a la pena de muerte en garrote” (Escudero Gutiérrez, 1983, 81).
El 5 de julio de 1824, Jaime es ajusticiado en la horca levantada en la plaza de Santo Domingo de Murcia. Al cadáver le fue aplicada una pena accesoria que no era inusual en la época, el cuerpo fue descuartizado y frito en aceite para una conservación más prolongada, con la intención de proporcionar un escarmiento ejemplar, exponiendo los trozos en lugares públicos de las poblaciones donde había efectuado sus fechorías. La cabeza, metida en una jaula fue exhibida en la plaza de Crevillente, la mano izquierda en la esquina de la cárcel de Jumilla, la mano derecha en el puerto llamado de la mala mujer, el pie izquierdo en la Cochera, es decir en el camino que conducía desde Aspe a Elche, y el pie derecho en el camino de Hondón de los Frailes a Hondón de las Nieves (Hernández Girbal, 1968, 182).
Placa conmemorativa en la Plaza de Santo Domingo. Fotografía procedente de:  http://academiasdeljardin.blogspot.com.es/2013/07/ajusticiado-alfonso-el-barbudo-en-las.html
El precipitado final del Barbudo no está suficiente clarificado. Pudo ser consecuencia de maquinaciones políticas absolutistas que pretendían eliminar a un incómodo aliado, con una enorme experiencia y destreza en el combate. Asimismo se aduce la posibilidad de que usara los galones para robar con mayor impunidad, como también pudo ser una venganza personal del general Montes ante una abierta enemistad con Jaime Alfonso. En este sentido apunta un articulista del periódico El Genio de la Libertad en 1839, esgrimiendo haber conocido al Barbudo, anotando: “No le sucedió a otro que conocí yo, que también ejercía su habilidad, el cual se llamaba Jaime Alfonso el Barbudo, pues el pobre se desavino con cierto personaje de Murcia, y le colgó sin tener consideración ni a sus barbas ni a la destreza con que había ejercido su ingenioso oficio[9].”
El excepcional castigo aplicado al cuerpo del Barbudo viene confirmado en un documento publicado por Cayetano Más. En un nuevo suplicatorio realizado por José Manuel Merino reclamando los honorarios pendientes de varios trabajos realizados en 1824, Merino expresaba: ”... en el día 15 de julio del mismo (sic), executó la sentencia de muerte de horca, desquartizó y fritos los cuartos a que fue condenado un reo llamado Jayme Alfonso el Barbudo (…) Además se me están adeudando 1.400 reales en la villa de Crevillente y 600 en la de Jumilla de la conducción y fixación de los cuartos del reo Jayme Alfonso” (Mas Galvañ, 1987, 125)
Camino entre los Hondones.  Fotografía procedente de: http://www.geocaching.com/geocache/GC3JWG2_vistas-de-hondon-a-hondon?guid=9269ddb6-2afa-4c60-bbe1-ca72c31f5488

Tras su muerte, Jaime Alfonso se convertía en un personaje mítico y legendario, recordado por sus innumerables hazañas en favor de los humildes. Tras la desaparición de Jaime, la inseguridad perduró profundamente arraigada en estas comarcas durante varios lustros. Delincuentes habituales y liberales huidos de la represión absolutista campeaban por doquier cometiendo robos y pillajes. Algunos antiguos camaradas de Jaime retornaron a la senda del bandidaje, refugiados en la Sierra de Crevillente. El 6 de octubre de 1824, el labrador José Rocamora se encontraba en su hacienda de la Armajaleta, emplazada a un cuarto de legua de la Granja de Rocamora. Fue raptado por cuatro individuos armados y conducido a la Sierra de Crevillente, afirmándose que los bandidos pertenecían a la partida que capitaneó Jaime Alfonso. Transcurridos  dos días, Rocamora retornaba a su casa sano y salvo. Otros integrantes de la banda apelaron al rey pidiendo clemencia, como el aspense Francisco Martínez Cremades –Frasquito el de la Morera– argumentando que se adhirió a la partida de Jaime Alfonso sin considerar las consecuencias, guiado por la intensa devoción a la Corona y por el deseo de derribar la lápida constitucional de Aspe, acción que felizmente pudo consumar[11]. El 27 de agosto de 1824 Fernando VII le concedió el indulto.
Transcurridos dos siglos, la fraseología popular de algunos pueblos todavía perpetúa la memoria de Jaime Alfonso. A la hora de referirse a una persona amante de lo ajeno o que cobra precios abusivos por un producto, en los poblaciones de Aspe o Elche continúa utilizándose la expresión: ¡Ese es más ladrón que Jaime el de la Sierra!, en la villa de Crevillente  se utiliza la expresión: ¡A robar a la Garganta!


BIBLIOGRAFÍA Y DOCUMENTACIÓN.
ALFONSO EGEA, Enrique (2001): “El bandolerismo: la figura de Jaime el Barbudo”. Revista de Semana Santa, pp. 143-148. Crevillente.
ARCOS MARTÍNEZ, Manel (2009): “Aproximació als aspectes socials del Bandolerisme Vuitcentista Valencià: el cas d’oliva”. Revista Cabdells VII.
ARDIT LUCAS, Manuel (1977): Revolución Liberal y revuelta Campesina. Un ensayo sobre la desintegración del régimen feudal en el país valenciano (1793-1840).
CANDELA BELÉN, Juan (1984): “Crónica Crevillentina. Descendientes de la familia de Jaime Alfonso El Barbudo”. Rev. de Moros y Cristianos. Crevillente.
CONDE DE CARNARVON (1967): Viajes por la Península Ibérica, pp-100-105, Taurus.
ESCUDERO GUTIÉRREZ, Antonio (1982): “Jaime el Barbudo: Un ejemplo de bandolero social”. Estudis d¨Història Contempòrania del País Valencià. Universitat de València, 1982.
HERNANDEZ GIRBAL, Florentino (1968): Bandidos celebres españoles. Imprenta Depón. pp. 131-183.
-         Riesgos y Aventuras de Jaime el Barbudo.
LÓPEZ PÉREZ, Alejandro (2005): La novela histórica y de aventuras en torno al bandolero Jaime el Barbudo. Realidad y ficción, temas e influencias en las obras de Ramón López Soler, Francisco de Sales Mayo y Florencio Luis Parreño. Tesis de Doctorado
MARTÍNEZ ESPAÑOL, Gonzalo (2010): “El Barbudo celebra San Jaime”. Revista de Semana Santa. Crevillente.
MAS GALVAÑ, Cayetano (1987): Un documento inédito acerca de la muerte de Jaime el Barbudo, Revista de Semana Santa, pp. 119-125.
-         (2000) “Sombras en el siglo de las luces. A propósito del bandolerismo en el Crevillent del siglo XVIII.” Revista de Semana Santa. Crevillente
RAMOS VIDAL, Juan Antonio (1980): Bandolerismo en la Comarca del Vinalopó (1813-1840). Alicante.
SÁEZ CALVO, José (2007): Jayme Alfonso el Barbudo, Murcia.
SOLER PASCUAL, Emilio (2006): Bandoleros. Mito y realidad en el romanticismo español. Madrid.

            ARCHIVOS
Archivo de la Diputación Provincial de Alicante.
Archivo Municipal de Elche.
Archivo Municipal de Orihuela.
Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.
Prensa Histórica del Ministerio de Cultura. (BVPH)





[1] ADPA,  Actas del pleno de la Diputación … fol. 122/v.
[2] Ídem, fol. 126/v.
[3] ESCUDERO GUTIÉRREZ, Opus Cit. p. 81.  HDBNE, El Universal, 29 de marzo de 1923; BVPH, Diario Constitucional de Barcelona, 7 de abril de 1823.
[4] Ídem.
[5] BVPH, Diario Constitucional de Barcelona, 9 de abril de 1823.
[6] BVPH, Diario Patriótico de la Unión Española, 21 de agosto de 1823.
[7] BVPH, Diario Patriótico de la Unión Española, 07 de septiembre de 1823.
[8] HDBNE, El Semanario Murciano, 16 de febrero de 1879.
[9] HDBNE, El Genio de la Libertad, 5 de diciembre 1839.
[10] A. M. O. Legajo D-149, doc. 14.

martes, 20 de agosto de 2013

Bloques prefabricados de hormigón y cemento, nuevo Patrimonio de la Humanidad.


Las dos fotografías de hoy son a la vez una denuncia de practicas que tienen que acabar y motivo de reflexión. Resulta que asociado al Palmeral se declaró Patrimonio de la Humanidad su sistema de riego, que incluye entre otras cosas el cajero de la Acequia Mayor. Cualquier intervención en la misma (o en su defecto, la ausencia de intervención, como veremos en su día) supone una modificación más o menos grave de un elemento patrimonial incluido en la Declaración de la UNESCO. Cualquier intervención por mínima que sea debería tener un informe que evalúe el problema y determine los pasos a seguir e incluso los materiales a emplear; de nada sirve que el Ayuntamiento se enzarce en un listado, enumeración o inventario de bienes patrimoniales si al mismo tiempo las intervenciones de restauración, rehabilitación o / y “mantenimiento” (sic) eluden la tutela que como garante de la preservación de ese patrimonio le corresponde. Dicho desde otra perspectiva: se han incluido en la Declaración un montón de elementos, no sabemos ni siquiera cuales, ni cuantos, ni donde están algunos de ellos, pero efectuamos intervenciones sobre lo ya conocido que lo degradan. Así tenemos de nuevo otra versión del miserabilísimo patrimonial.
En el caso que recoge la fotografía que encabeza la entrada, salta enseguida la evidencia: cerca del lugar en el que en teoría estaba la Casa de les Taules, puede que incluso sobre un punto de entrada o salida de agua  al viejo cajero de la Acequia, para impedir ahora que cuando se deriva la totalidad del aforo rebose en ese punto, se han añadido una tira de bloques prefabricados y se ha sobreelevado la línea con mortero, encima incluso de los viejos sillares.


La segunda fotografía es un ejemplo de intervención inacabada; en este caso el empleo de bloques es a juicio de quien suscribe secundario siempre que se termine revistiendo y protegiendo adecuadamente la obra. Se trata de un respiradero para favorecer la entrada de aire y facilitar que el agua circule por la Acequia Mayor que aquí discurre soterrada en un paraje muy problemático (como veremos también en otras entradas previstas) por la escasa firmeza de las lomas colindantes, una situación conocida de antiguo agravada ahora por las obras de la Autovía y la conducción de gas que cruzan la Acequia en ese punto. Desconozco si se han acabado definitivamente o están paradas solo temporalmente y cual es la causa (¿falta de liquidez de nuevo?) pero reconozcan conmigo que la Acequia Mayor, incluida en el Patrimonio de la UNESCO no debería ser tratada así. Y lo digo porque hay más de un respiradero en idénticas condiciones.

 ¿Esa es la herencia que vamos a dejar a generaciones futuras, el Patrimonio de la Humanidad parcheado con hormigón?



jueves, 15 de agosto de 2013

El penoso estado del Convento de la Merced

El día que fuimos a verlo llovía y quizás por eso los problemas los percibí aumentados, pero me embargó una penosa impresión como si el Convento fuera uno de los edificios incluidos en el catálogo de edificios protegibles que elaboró Gaspar Jaén y estuviéramos en la década de los setenta en pleno miserabilísmo urbanístico. Aunque ya lo dije en alguna entrada anterior, lo repito: era suficiente que se incluyera un edificio en el listado de los protegibles para acelerar su deterioro por obra de propietarios, inmobiliarios, constructores, etc: ventanales y balcones abiertos de par en par, cristales rotos, palomas y pájaros anidando, goteras, fachadas, techos y aislamientos en estado ruinoso, etc.  Porque eso es lo que ví. Las puertas del claustro superior abiertas de par en par, así como todas las que dan al inferior. Palomas aleteando en la escalinata de aire renacentista, cristales rotos en el luneto que la ilumina, una impermeabilización de la parte noble del edificio que se está viniendo abajo y que reclama intervenciones urgentes porque había goteras precisamente sobre esa parte, en la nave, en la torre y en el primitivo acceso sobre les Eres de Santa Lucía...

Me vino a la memoria el enorme coste material, económico y político que tuvo el conseguir que el Convento pasara a titularidad municipal, la búsqueda de salidas para un edificio que enseguida se mostró como un auténtico pozo sin fondo dando alas a la entonces oposición que denunciaba su abandono, las derivas presupuestarias para abordar las obras, el hecho de que sus puertas permanecieran cerradas, etc. Incluso como tras las elecciones, se convirtió en arma arrojadiza del PP contra el PSOE- Compromís al facilitar la visita a todos los ilicitanos anunciando un programa de intervención cultural “de puertas abiertas” que se prolongó con LaCalahorra frente al secretismo anterior. Lo cierto es que transcurridos los fastos se cerraron las puertas para iniciar excavaciones arqueológicas como paso previo a su restauración y rehabilitación,  no se han vuelto a abrir y no hay perspectivas en lo que queda de mandato y casi me atrevo a decir que ni en el siguiente; en resumen, si lamentable era el estado del Convento con la anterior Corporación, más lamentable es su estado actual porque además de no haber resuelto los viejos achaques, se le han añadido otros nuevos. Los fondos que finalmente aportó la Generalitat para las catas arqueológicas apenas dieron para iniciar las excavaciones y no terminarlas como es debido, en parte porque se cerró el grifo y porque en ellas no salio más que lo previsible y nada de lo previsto: la primitiva capilla supuestamente  adosada a los antiguos baños o algún otro elemento subsiguiente a la donación que hizo en 1270 el Infante Don Manuel a los Mercedarios.

Y digo que las excavaciones no han terminado porque quedan todos las catas al aire, enormes hoyos un poco por doquier, sillares alojados provisionalmente en dependencias anejas y tierra amontonada, en especial sobre el huerto monástico que como era previsible ha dado un montón de huesos pues sirvió de cementerio hasta bien entrado el XIX una vez que el de Santa María quedó totalmente ocupado hasta la apertura del que hoy conocemos como Cementerio Viejo.

Rafael Navarro, quien probablemente sea la persona que mejor conoce el edificio junto a Serrano Bru, plantea en su conferencia en Memurbis (está en vídeo y dividida en varias partes; pese a ello recomiendo encarecidamente seguir atentamente hasta el final) que el rescate del Convento plantea la interesante posibilidad de estudiar un monumento antes de decidir la finalidad que va a tener en lo sucesivo. Apunta incluso que debería tener continuidad, en el sentido de adecuar las funciones futuras a su historia, un poderoso guiño para una instalación cultural abierta a los ciudadanos tal y como plantea el proyecto de restauración y rehabilitación.
Tres niveles de suelo: sillares, guijarros y mampuestos
Lamentablemente al paso que vamos es posible que acabe deteriorándose definitivamente antes de haberlo estudiado y por supuesto, antes de darle alguna finalidad concreta.  
Así, el excelente proyecto presentado por el arquitecto Serrano Bru, ha quedado en el cajón de las buenas intenciones de fecha indeterminada[1].
Decoración renacentista de una ménsula en forma de rodillo sobre el que arrancan las nervaduras góticas








El punto de partida: Informe sobre el estado del Convento de la Merced, al Consell Valencià de Cultura, año 1987:
Rafael Navarro Mallebrera

Antonio J. Serrano Bru

Material adicional
Dotación del Plan E: Convento de las Clarisas / Convento de la Merced http://www.mpt.es/prensa/actualidad/noticias/2010/04/20100422/text_es_files/file/20100420%20Alicante_Elche1.pdf OJO. Enlace no funcional[2]...


foro de urbanity:

Citas puntuales en este artículo de Hinojosa Montalvo
http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/6988/1/HM_08_10.pdf:

Añadido el 30/08/2013. Un documento fundamental para lo que se está exponiendo: la memoria de las excavaciones efectuadas en 2011 por ALEBUS Patrimonio Histórico y publicadas en http://www.marqalicante.com/contenido/int_arqueologicas/doc_253.pdf
Se trata de un documento corto (apenas 9 folios) con un acertado resumen histórico, además de la valoración de los resultados del sondeo; por ello su lectura me parece imprescindible.





[1] Puede aparecer el aviso de enlace no fiable. Recomiendo al sufrido espectador no hacer caso. Y además que guarde los documentos de titularidad municipal de esta entrada en su ordenador, pues no está lejos que, como ha pasado con los anexos del Plan E, se conviertan en enlaces vacíos.
[2] La página recogía puntualmente las inversiones del Plan E en la provincia detalladas por conceptos y por localidades He aquí un motivo para hacer copia de todo documento digital de interés local: los políticos hacen tabla rasa cuando llegan al poder y multitud de enlaces y documentos dejan de ser operativos.
afortunadamente los del diario Información siguen estando ahí:

martes, 13 de agosto de 2013

El vertedero del Puntal del Buho: un monumento a la incompetencia política.


Verán ustedes: hace casi dos años camino a Ferriol me encontré sin saberlo con una auténtica performance al estilo de Christo: nada menos que uno de los cabezos del Puntal del Buho recubierto de plástico.


Poco después me dijeron que era el revestimiento con malla geotéxtil del vertedero del Pantano, debidamente ampliado y ya colmatado o sea un sellado para impedir que efluvios y lixiviados aparezcan para proceder después a reponer una capa de tierra y repoblar la resultante con vegetación de la zona (o sea, tomillo, raboigat, espino negro, cantueso y otras hierbas digo yo), vamos una apariencia similar a lo que hay en la nueva topografía. Por aquella época aún trabajaban en ello.



 Al poco tiempo, por impagos de la Generalitat la empresa encargada abandonó la faena a medio hacer de manera que el revestimiento quedó como si fuera una “performance” permanente  con las debidas pinceladas que el abandono, el sol, los incendios y el viento van incorporando, o sea un trabajo muy completo como se puede apreciar.


La resultante es un autentico monumento a la incompetencia política, si tenemos en cuenta que el Estado además de adelantar dinero para pagar a proveedores y deudas pendientes de la Generalitat está pagando directamente. Y digo yo que o bien ningún político local del partido que lo gobierna todo se ha acercado a gestionar que se paguen las deudas correspondientes y se garantice que las obras se van a terminar, o bien si han ido no le han hecho ni caso y el tema sigue sin arreglar. 

Igual es un tema menor, pero lo ven todos los que transitan por la bajada de la Carretera de Aspe, por el Camino de los Magros, los caminos colidantes y la propia Autovía Alicante Murcia.


Para ambientar, quien se acerque al lugar además de una excelsa visión del recubrimiento vegetal que sobrevive en el abandonado vertedero del Pantano aunque no se ve humo, se percibe el inconfundible aroma de las fumarolas activas, puntos de combustión del metano y de los detritus del viejo vertedero, en el barranco por donde debieron transitar antiquísimos pobladores: los enterrados en el mismo puntal del Buho según Román Lajarín, los que se enterraron en las inmediaciones del barranco en la loma del Castellar o en general los mismos habitantes de su recinto fortificado.
El viejo vertedero del Pantano
Elche es la tercera ciudad de la Comunidad Valenciana y no nos merecemos ser gobernados como un pueblo de 10.000 habitantes, porque lo que se ve ahora además de monumento a la incompetencia es una prueba de la capacidad política, del poder e influencia del Partido Popular local y su Alcaldesa al frente. 
Detalle de una de las "fumarolas" sobre el Barranco de El Castellar



sábado, 10 de agosto de 2013

Maniobras políticas inconfesables o espinitas festivas

Siempre me ha parecido denigrante el uso del periodo vacacional para efectuar maniobras políticas inconfesables en otra parte del año; los ejemplos abundan y son de todo tipo y nivel (Congreso, Cámaras autonómicas, Diputaciones y Ayuntamientos) y lo abarcan todo, desde acuerdos administrativos como oposiciones cuyo periodo de inscripción o pruebas selectivas se sitúan en agosto, a medidas de más calado que son como mínimo infumables o de dudosa legalidad jurídica; en cualquier caso siempre se ejecutan reduciendo al máximo las garantías que otorga el procedimiento cuando no torciéndolas directamente. En general evidencian que se teme a la reacción de la gente, que hay intereses ocultos de por medio y manifiestan la escasa calidad democrática de quien las lleva a efecto. Por desgracia es una práctica en la que concurren los partidos en el poder, sean del signo que sean. No obstante hay que hablar de aquí y de ahora, del Ayuntamiento popular y de lo que está saliendo en periodo prácticamente vacacional, que debería ser inhábil a efectos políticos entre otras cosas para favorecer o facilitar la fiesta.

Me entero de que en septiembre se iniciarán los sondeos arqueológicos  en el Mercado Central de Abastos, primer paso para llevar a efecto el nuevo proyecto, pese a que no hay ni  financiación ni una idea clara de lo que se pretende, pese al clamor de los placeros que ven peligrar sus ya de por si menguadas expectativas. Y no es un tema secundario ni parcial puesto que afecta de lleno a la imagen de la ciudad y su centro histórico, abre de nuevo expectativas de negocio urbanístico en un lugar que debería estar vedado a ese tipo de iniciativas y que cuenta además con graves problemas más o menos previsibles: el edificio está catalogado como patrimonial por la Generalitat Valenciana, y el subsuelo es más que posible que esconda restos arqueológicos de cierta entidad, que ya salieron en catas puntuales efectuadas no hace mucho. Pese a todo y contra el sentir de una parte importante (los placeros) la iniciativa se va a llevar a efecto prescindiendo además de la opinión pública y eludiendo todo debate social. En fin, una espinita para las fiestas.








De golpe y porrazo también salta que se va a privatizar por la vía a que ya nos tiene acostumbrados el PP local (concesión a cuarenta años[1]) una parte del patrimonio municipal: el Huerto de Travalón junto a San Antón, un barrio abandonado ahora por las distintas administraciones competentes para rehabilitarlo y próximo al paupérrimo de Los Palmerales, que ha entrado en la agenda y en las promesas electorales pero continua necesitado de intervención pública.
En una larga etapa una vez acabada la función productiva de los huertos se accedió a esa reserva de suelo un poco para todo, fábricas, chalets, hoteles, cámpings, centros públicos, dotaciones sociales y culturales, etc., no obstante eso se paró y a partir de cierto momento las dotaciones publicas han ido fuera del Palmeral. También se frenó (aunque no del todo) el uso privativo de los huertos. Sin embargo ahora retrocedemos de golpe más de cincuenta años como si la declaración del Palmeral Patrimonio de la UNESCO sea una patente de corso para hacer lo que le venga en gana al político de turno en los huertos que han quedado fuera de ese manto protector. Y con ironía añadida: se pasa por encima de la Ley de protección del Palmeral cuyo objetivo esencial es precisamente mantener los Huertos y para más INRI el Patronato del Palmeral no se reúne aunque cada vez sea más evidente que los huertos se están viniendo abajo gracias al Picudo y a la inactividad que caracteriza a los Populares en los distintos ámbitos en los que ejercen, pero mira por donde un informe de ese Patronato afirma que la propuesta no va a afectar al Palmeral.  

En fin, otra espinita.


Igual me da por hacer como hacen: no respetar las fiestas y dedicar unas cuantas entradas a nuestros patrimonios como forma de quitarme las espinitas y de paso, disfrutar, ahora sí, de las fiestas.




[1] algún jurista debería acotar su significado, decir lo difícil que es finalizar la concesión antes e incluso después del periodo previsto, lo que costaría a la Corporación siguiente rescindir la concesión y otras zarandajas, con el dinero público de los ilicitanos otra vez. Si es o no obligado hacer una previsión de gasto del rescate, ...


domingo, 4 de agosto de 2013

En torno al olmo centenario de la ermita de San Isidro Labrador: objetivo conseguido

No hace mucho dedicamos una entrada a uno de los árboles monumentales del término municipal: el olmo que hay junto a la ermita de San Isidro Labrador  en el Derramador. Gracias a los desvelos de Raúl Agulló y no sé si de alguien más, una empresa especializada inició el tratamiento del árbol contra la grafiosis, enfermedad que está acabando con los olmos europeos. Raúl nos comentó que solo faltaba que el Ayuntamiento efectuara un alcorque adecuado para garantizar, al menos durante cierto tiempo que ese árbol estuviera en mejores condiciones para sobrevivir, y así ha sido. Desde aquí no queda más que volver a felicitar a Raúl Agulló por su empeño, a la empresa Agroquímicos Canals y  Fertinyect, quienes han efectuado el tratamiento de forma altruista sin pedir nada al Ayuntamiento, y finalmente, todo hay que reconocerlo, al propio Ayuntamiento quien haciendo caso a la insistencia de Raúl, ha recortado el asfalto (un poco escaso el alcorque, por cierto) proporcionando aire a las raíces del árbol. Por cierto, estamos ante un caso en el que, a criterio de quien suscribe, debería estar incluido en el listado de árboles a proteger del término al margen de si llega o no a los datos dendrométricos establecidos por Consellería, sencillamente por estar y formar parte de un lugar más que cualificado socialmente. Aunque las fotos que me ha pasado Raúl están hechas con nocturnidad, se aprecia claramente la mejora. Reproduzco además el texto del mensaje que recibí hace apenas cuatro días.


OBJETIVO CONSEGUIDO = Anteayer se realizó un pequeño alcorque perimetral en el olmo centenario de la Ermita de El Derramador, tras haber tenido que recurrir a una queja formalizada por escrito en la O.M.A.C., y su divulgación en varias redes sociales, para que alguien se tome interés en el Ayuntamiento. Os mando fotos.

Olmo de Las Encebras